Las Personajes Secundarias Del Juego Están Obsesionadas

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Capítulo 3: Vivir en el mundo del juego (3)

Mi pasado, mi ciudad natal.

Hubo un tiempo en que un misterioso test psicológico llamado "MBTI" ganó popularidad de repente en la Corea moderna.

Aunque mucha gente lo cuestionó, diciendo que no había base científica para tal test.

Pero así es Corea.

Un país que presume de tener futbolistas de talla mundial (Son) y jugadores profesionales (Faker) parecidos a sabios.

Había algo que no sabía.

En el test MBTI, las personalidades de las personas se dividían a grandes rasgos en dos categorías.

Extrovertidos (E) e Introvertidos (I).

A estas alturas, todo el mundo se habría dado cuenta.

¿Qué más hay que decir?

Yo era la personificación de un "yo".

Por eso me gustaba quedarme en casa.

Era cierto en el pasado y lo será en el futuro.

Pero cuando vives en el mundo, hay cosas que son "inevitables".

Como hoy, que tienes que salir.

Sinceramente, ¿por qué tiene que salir la gente?

Para algunos, es una cuestión filosófica.

Para otros, está relacionada con la subsistencia.

Para mí, no era ni lo uno ni lo otro.

En todo caso, podría expresarse como una pregunta relacionada con la "supervivencia" más que con la "filosofía" o el "sustento".

Me acerqué a la pared y toqué el interruptor de la persiana.

El color de la aburrida pared de hormigón cambió al instante.

Toda la pared se convirtió en una ventana de cristal.

Aún era temprano para anochecer, pero el bosque de rascacielos que se alzaba frente a la ventana ya brillaba con fuerza.

Varios letreros de neón de distintas nacionalidades se esparcían por los edificios.

El inglés era común, seguido de la jerga japonesa o china.

Además, había hologramas de figuras gigantescas que parecían mujeres desnudas nadando entre ellos.

Parecía que toda la ciudad era un gran tablón de anuncios.

Habían pasado varios años desde que empecé a vivir en esta ciudad, Neon City, pero seguía asombrándome cada vez.

Me recuerda la realidad de que había entrado en un mundo dentro de un juego.

Pero esta vez, lo que necesitaba ver no era el paisaje urbano.

Levanté la cabeza y miré al cielo.

Más allá de las persianas del techo.

"Oh".

No había ni una pizca de luz azul; estaba lleno de nubes grises de smog.

"Parece que hoy tenemos polvo fino otra vez".

Ya no recordaba cómo era la luz del sol.

Era un pacífico y ordinario día cyberpunk.

* * *

Después de terminar mi ducha, Eve me preguntó.

[¿Vas a irte enseguida? pregunto].

"Uh."