One-shot (BTS & tu)

Hoseok "La Danza del Deseo"

En la sala de baile, las luces tenues creaban un ambiente íntimo y misterioso. Hoseok estaba estirando, su cuerpo ágil y fuerte reflejando la dedicación y el talento que lo caracterizaban. TN llegó unos minutos tarde, como de costumbre, y dejó su bolsa en una esquina antes de unirse a los estiramientos. Había una tensión palpable en el aire cada vez que estaban en la misma habitación. No se hablaban, pero sus cuerpos se comunicaban en un lenguaje que ambos entendían perfectamente.

—Hola a todos —dijo el instructor, aplaudiendo para llamar la atención del grupo—. Hoy trabajaremos en parejas. Quiero que se formen duplas y practiquen la coreografía que les mostré la semana pasada.

Hoseok y TN, sin necesidad de palabras, se emparejaron automáticamente. La música comenzó a sonar, un ritmo lento y sensual que parecía resonar en sus corazones. Se posicionaron frente al espejo, mirándose brevemente a los ojos antes de empezar.

Sus cuerpos se movían al unísono, cada paso cuidadosamente calculado, cada movimiento fluido y preciso. La mano de Hoseok se deslizó por la espalda de TN, sosteniéndola con firmeza pero con una delicadeza que hizo que se estremeciera. TN respondió acercándose más, sus respiraciones se mezclaban en un solo ritmo.

—Vamos, más cerca —susurró el instructor al pasar junto a ellos, pero no hizo falta; ya estaban tan cerca que sentían el calor del cuerpo del otro.

Las manos de Hoseok encontraron la cintura de TN, y la levantó con una facilidad que demostraba su fuerza y habilidad. Al bajar, TN dejó escapar un leve jadeo, apenas audible pero suficiente para que Hoseok lo notara. Sus ojos se encontraron en el espejo, y por un momento, todo lo demás desapareció.

—¿Estás bien? —murmuró Hoseok, su voz apenas un susurro.

TN asintió, sintiendo un calor que no tenía nada que ver con el ejercicio físico. La coreografía los llevaba a una serie de giros y vueltas, sus cuerpos entrelazados en una danza que era tan íntima como desafiante. Cada toque, cada roce, parecía encender una chispa.

Llegó el momento del levantamiento final. Hoseok rodeó a TN con sus brazos, levantándola del suelo. Ella se arqueó hacia atrás, su cabello cayendo como una cascada oscura. Al bajar, quedó pegada a él, sus labios apenas a un suspiro de distancia. Las respiraciones entrecortadas, los latidos acelerados.

—Perfecto, así es —dijo el instructor, pero ellos apenas lo oyeron.

La música terminó, dejando un silencio cargado de electricidad. Hoseok y TN se separaron lentamente, sus cuerpos aún vibrando con la energía de la danza. Se miraron una vez más, una mirada llena de promesas no dichas y deseos no cumplidos.

Cuando la clase terminó, Hoseok se quedó en la sala, practicando algunos pasos adicionales. TN recogió sus cosas, pero algo la detuvo en la puerta. Se giró y lo vio allí, solo, moviéndose con una gracia que la dejó sin aliento.

—Hoseok —llamó suavemente.

Él se detuvo y la miró, sorprendido. Era la primera vez que TN le hablaba directamente.

—¿Sí? —respondió, acercándose.

—¿Te gustaría practicar un poco más conmigo? —preguntó, su voz temblando ligeramente.

Hoseok sonrió, un destello de emoción en sus ojos.

—Claro —dijo.

Se posicionaron de nuevo, la sala vacía a su alrededor, creando una burbuja de intimidad. La música comenzó de nuevo, y esta vez, se dejaron llevar completamente por la pasión que había entre ellos. Sus movimientos eran más fluidos, más intensos. Cada toque era una promesa, cada paso un secreto compartido.