"El pueblo muchas veces anhela su ruina engañado por un falso bien"
Chisato se arrastraba como podía por las calles de la ciudad, lo hacía lento tratando de no causarse más daño, y a la vez intentaba hacerlo relativamente rápido para poder llegar a ese lugar lo más pronto posible. Su mirada estaba perdida como si no se moviera por voluntad propia, algo similar a un piloto automático, como si fuera una máquina.
De vez en cuando, miraba a sus lados esperando no encontrar a nadie apuntado a su cabeza, porque definitivamente no tenía fuerzas para luchar, hasta el más débil de sus enemigos ahora podría derribarla. Le dolía de sobremanera la cabeza y su visión se nublaba en ocasiones pero eso no la detenía de su vaga caminata. En una de las cuadras reconoció dónde estaba... Le dirigió una mirada nostálgica al café que claramente no había pasado por sus mejores momentos. Sintió la necesidad de entrar pero la rechazo al recordar que muy probablemente le quedaba poco tiempo de vida, y, si se quedaba ahí no llegaría a tiempo con él, lo que haría que la muerte de todos sus amigos fuera en vano. Pero volvería, si la vida se lo permitía, claro.
Siguió adelante preguntándose qué iba a hacer. Ya no tenía a nadie en la ciudad ni una razón para quedarse. Entonces ¿Por qué continuar? En fin, le daría vueltas a eso más tarde.
Finalmente llegó a un pequeño edificio, el cuál estaba abierto. Chisato caminó haciendo el menor ruido posible, algo difícil por los vidrios rotos y cuerpos en el suelo. Al parecer habían venido a asaltar el edificio. Esto, obviamente volvió a activar sus nervios pensando en la posibilidad de que él estuviera muerto... ¡No! No podía ser así. Además Takina le enseñó a defenderse, él no iba a caer tan fácilmente.
El edificio claramente no tenía electricidad así que el ascensor no era una opción para considerar. Tendría que subir las escaleras...
-Esto llevará un rato.
Lentamente se acercó a las escaleras y uso los barandales para apoyarse y subir como podía. En ocasiones tenía que detenerse y tomar aire y aprovecha estas ocasiones para ver por algunas ventanas la luz de la luna. Cuando lo hacía también pensaba en qué maldita excusa daría, porque claro, no iba a llegar a su casa como si nada y decirle que su amada Takina había muerto. Joder, pero ¿Cómo mantener una mentira así? si le decía ahora o no daba igual, lo tendría que hacer en algún momento o él se daría cuenta al no tener información de su novia, además Chisato no es precisamente buena manteniendo mentiras por mucho tiempo. Todo esto le daba miedo, miedo de que él la rechazará, y si eso llegaba a pasar, se terminó. Moriría.
Tras unos eternos minutos llegó al quinto piso. Se deslizó por el pasillo hasta caer sin aliento al frente de una puerta con un 264 en la parte superior. Todo daba igual ahora, lo apostaría a él. Tocó tres veces la puerta.
-¡Yushiro!... Soy yo, Chisato...
Por unos minutos no tuvo respuesta, dudaba en si podía tocar nuevamente, quizás estaba durmiendo o estaba muy dentro de la casa, o tal vez no le creía. Fuera lo que fuera, lo necesitaba más que nunca. Tocó tres veces la puerta esperando que el joven abriera la puerta, pero no, nadie abrió. Tenía miedo, pero no tenía más opciones, había recorrido gran parte de la ciudad para llegar allí, él era la única persona que se podría decir que tendría una "razón" para ayudarla, cómo si eso no fuera suficiente, no sabía más direcciones de personas que pudieran ayudarla, y la DA no era exactamente una opción a considerar. Todo dependía ahora de él pero no parecía estar por la labor de colaborar. Perdiendo cada vez más la esperanza tocó otras tres veces y se recostó en la pared al lado de la puerta.
De repente escucho como la manija de la puerta comenzaba a girar y poco a poco una pistola comenzaba a salir. Reconocía el arma, una de las pistolas que usaban las Lycoris, más específicamente la antigua arma de Takina. Nunca la perdió, solo se la había regalado a él.
Yushiro Aihara.
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Lycoris Recoil: La Noche De La Expiación
FanficCon las mil armas esparcidas por la ciudad, el aumento de la actividad criminal así como la disminución en la población... Por una ciudad atacada de la noche a la mañana por la delincuencia y la aparición de enemigos poderosos... El gobierno toma la...