Un niño que fue abandonado por su madre en una escuela militar a temprana edad, termino con traumas y mucho odio.
Tiempo después fue obligado a casarse con una chica, la cual era servicial, testaruda y cariñosa. Ambos jóvenes ingresan a la U.A para...
Era miércoles por la mañana e Izuku se encontraba preparando un café. Aún tenía vacaciones por haberse casado, por lo que podía "descansar" en su casa.
Mientras esperaba su café, noto como el perro de Silpha estaba más insistente con el que en días anteriores.
Desde que se había despertado, "Nono" estuvo siguiéndolo por toda la casa.
Al ya molestarle que el perro lo siguiera, busco a Silpha, a quien curiosamente no había visto en lo que iba de la mañana.
Al tocar la puerta de la habitación de esta y que no hubiera respuesta, la abrió y noto que no estaba.
Izuku: ¿Salió? Que raro no me obligó a ir. -(restándole importancia)-
Al dar unos pasos choco con el perro y cayó al suelo.
Izuku: Odio a este perro. -(viendo cómo lo miraba sentado)-
Su mañana fue "entretenida" si se podría decir. Primero se fijó si el perro tenía comida en su plato y efectivamente tenía. Luego lo saco al patio para que hiciera sus necesidades o simplemente jugará.
Al ver que el perro no hacia nada se molestó más, sobretodo porque ni siquiera hacia el esfuerzo de salir al patio. Simplemente se quedaba cerca de el , viendolo. Hasta incluso comenzó a asustarlo.
Al tener un patio enorme decidió entrenar para acostumbrar su cuerpo al don que había obtenido por último.
Tenía un patio muy bonito, así que no activo el don ya que no quería arruinarlo. Simplemente se enfoco en ejercicios físicos como: Correr, hacer sentadillas, abdominales, Sombras y muchos estiramientos para ser más flexible.
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-(referencia)
Ya llevaba al rededor de 1 hora : 23 minutos entrenando y el perro lo seguía mirando fijo.
Izuku: Estoy pensando seriamente lansarte una explosión. -(con la palma derecha humeando)-
Apesar de amenazar al perro, obviamente este "no" le entiendo.
Después de beber un poco de agua, este se puso hacer flexiones de brazos. Todo normal, hasta que sintió un peso extra encima de el.
Izuku: ¿Hmm?
Al mirar sobre su hombro noto que era el perro quien se acostó en su espalda.
Izuku: Que perro tan raro. -(continuando con la flexiones)-
Llegando a su casa, aliviada de no haber tenido una mañana atareada, logro ver a un pecoso y un peluche tierno y súper esponjoso a lo lejos.
Al acercase hasta ellos, sonrió al ver la cara de Izuku.
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