4. Protectora.

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Rosé se estiró perezosamente en la cama de su novia, y se sentó alertada al no sentirla a su lado.

-Lili... ¿Lisa?-Llamo la rubia a la mayor, mientras buscaba sus lentes para colocárselos.

-Estoy en el baño linda, ya casi salgo, tengo una junta con los directivos del hospital.-Aviso la castaña, cuando salió se encontró a la rubia sentada en su cama como cachorro asustado por ser abandonado a mitad de carretera.

-No, no quiero que te vayas.-Lisa abrazo fuerte a la joven, cuando la conoció apenas le dirigía una palabra y ahí estaba pidiéndole no dejarla.

-Yo tampoco quiero amor, pero iré a la junta y volveré cuanto antes, traeré comida china para cenar.

-Hoy, es, hoy es el último día antes de volver, y, yo quiero, estar contigo, todo el tiempo.

-Yo quiero lo mismo, ¿te parece si te quedar a dormir? Así estaríamos mas horas juntas.-Propuso la doctora colocándose su bata de médico.

-¿Pero, pero, y mi ropa?-Pregunto Rosé nerviosa.

-Has traído para dos semanas amor, y si te falta podemos ir a tu casa por las prendas que sean necesarias, no hay problemas.

-Pero, pero no podemos llegar juntas.

-Tienes razón.-Lisa beso a la rubia, un beso casi desesperado que fue bien recibido.
-Podemos, ir en diferentes autos.-La doctora detenía los besos solo para hablar.

-Esta, esta bien, te, apuras, quiero, dormir contigo.-La rectora soltó una risita sabia  a que sé refería su novia con eso.

-Eso haré.-Lisa beso rápido a la rubia y se puso en marcha a su hospital, cuando llego fue directamente a la sala de juntas, y tomo el intercomunicador.

-Señor Chen, quiero a todos los directivos aquí lo antes posible, empezare la junta en tres minutos este quien este, por favor.

-Si, si doctora.-Lisa corto la llamada y no había colocado el teléfono en su lugar cuando la sala se estaba llenando de doctores.

-Bien si ya estamos listos, comencemos con los estudiantes que aceptaremos para realizar su cuarto año una vez inicie el próximo ciclo.-Por lo general, para la castaña era irrelevante los medicos que serian aceptados en su hospital, de hecho la doctora pasaba solo un treinta por ciento del mes en el hospital, era suyo y tenía a todos los medicos que necesitaba para que operaran a la perfección sin necesidad de su presencia, por lo que esos temas, solia dejarselos al comite de ingresos.
-En el tema de residencias, aceptaremos a treinta residentes en el departamento de cirugias, a cincuenta en el departamento de medicina general, a cinco en el area de obstetrcia, a diez en el departamento de oncologia, a cinco en el departamento odontologico, a diez en el departamento de laboratorios, a siete en el departamento de pediatria.-Todos escuchaban atentos a la cantidad de nuevos residentes que llegarian a su respectivo departamento, algo curiosos porque solo un departamento habia incrementado.

-Doctora Manobal, estoy revisando los ingresos que llegaran a mi departamento, se que usted es la rectora de NYU, y entiendo, su, predilección por su alma mater, pero podemos considerar a otros futuros doctores, hay mas universidades que podemos considerar.-El doctor George Newman un hombre de casi cincuenta años, inteligente, justo, amable, pero tambien terco y un o poco arrogante, aunque claro que con unos años de experiencia y ser un cirujano exitoso, podria darse ese lujo.

-Lo se George, pero con mis estandares, estos estudiantes no han llegado hasta donde estan tan fácil, han sobrevivido al tercer año de medicina, y al cuarto, se han graduado con las mejores calificaciones; e incluso ustedes conocen a los doctores que les dieron clases, no eran cualquier medico; ahora harán su internado, me ha tomado mas de un mes elegir y estudiar a cada prospecto que aceptare en mi hospital, si queremos seguir siendo el hospital con los medicos mas preparados no podemos recibir a uno menos que excelente.-Hablo Lisa con firmeza.

-Lisa.-Dijo el hombre ahora viendo uno de los expedientes, y la castaña sabia perfectamente a donde iba con ese movimiento.
-Esta joven, Roseanne Park, excelentes calificaciones, en practicas es donde mejor le va, su tercer año, fue, simplemente excepcional, veo que tiene un grado de observacion muy alto y su cuarto año, no fue muy diferente, pero...-El hombre hizo una pausa para pensar bien sus palabras y no sonar como un retrogada intolerante.
-Sabemos que el espectro autista no es un impedimento para lograr ser una gran doctora, quizas una escritora de libros de medicina, pero que la aceptemos para realizar internado en cirugia, es decir, sabes perfectamente que se necesitan el doscientos porciento de sus capacidades para realizar este trabajo.-Lisa esboso una sonrisa casi burlona.

-Los se Newman, y aun asi, tu eres el director en jefe de cirugia.-Si estuvieran en la universidad o en la preparatoria habrian escuchado un ¡uhh! proviniente del resto de los presentes, pero solo se escucho un silencio incómodo que fue interrumpido por el carraspeo del Newman.

-Me extraña tu defensa hacia esta estudiante.-Ahora todos giraron su vista hacia Lisa que no parecía haber sido incomodada por la observación de su colega.

-De hecho, Park, es muy importante para mi, y si quiere estar en mi hospital, estará, si no hay lugares, hare uno para ella, y si quiere uno de sus puestos...-Lisa sonrio burlona viendo a cada uno de los presentes, queria que entendieran que Roseanne no solo seria protegida por ella, ahora todos tendrían la labor de cuidar de ella en su hospital.
-No dudare un segundo en dárselo, ahora continuando con la agenda.-Lisa quería terminar lo antes posible la junta asi que no daria oportunidad de alguien mas de debatir.
-Necesitamos mejorar la atención que le brindan a los pacientes, estamos recibiendo muchas quejas por malos tratos de parte de los médicos, enfermeros y de los camilleros, somos una clínica privada, y si una persona quiere traer con nosotros a su familiar, tienen que ser tratado como si nuestro trabajo dependiera de ello, porque literalmente asi es, si un familiar se queja, y paga una cuenta de veinte mil dolares terminarían en un hospital subsidiado por el gobierno donde no tendría que pagar.-La castaña continuaba avanzando casi ignorando los rostros que parecian intentar decir algo, aunque una gran mayoria parecian casi aliviados de terminar ese dia.
Lisa vio su reloj, ya marcaba las seis de la tarde, casi ocho horas, cuando su movil comenzo a sonar, sonrio como boba al ver quien era responsable de la interrupcion.
-Bien señores, terminamos, cualquier duda, dejenla para la proxima reunion.-Lisa tomo la llamada de inmediato, sin importarle los gestos de los presentes, donde los mayores aun querian continuar hablando.
-Hola amor.-Saludo la castaña por lo bajo.

-Lili... hola, ¿Te falta, te falta mucho?-Aunque sonaba insegura, la rubia se atrevio a preguntar.

-¿Ya me extrañas?-Pregunto Lisa.

-Yo, yo si, si te extraño.-Respondio Rosé.

-Y yo a ti amor, pero ya sali, tengo las llaves de tu departamento, ¿quieres que te lleve ropa para que estes unos dias mas conmigo?-La castaña hablaba dulcemente mientras caminaba por los pasillos de su hospital, y los doctores, enfermeras y asistentes que la veían parecian casi asustados por escucharla hablar tan dulcemente.

-Yo, yo, yo no quiero, no quiero que veas mis cosas.-Respondio la rubia nerviosa.

-Hagamos algo, entrare con los ojos cerrados y caminare directo a tu closet y tomare solo lo que esta etiquetado por dia, ¿Funciona para ti?-Lisa no escucho nada del otro lado de la linea, la rubia se debatia entre aceptar o no la propuesta.

-Esta, esta bien, pero... pero no puedes abrir los ojos, ni, ni ver nada mas.-Respondió la rubia un poco preocupada.

-Claro, prometido.-Lisa puso en marcha el auto en direccion de la casa de su novia.

-Lili... apresurate.-La castaña sonrio con la urgencia de su novia.

-Si cariño, me apresurare.

Sweet love (chaelisa GIP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora