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𝘊𝘢𝘱𝘪́𝘵𝘶𝘭𝘰 𝟤 _______________ "𝗘𝗹 𝗮𝗺𝗮𝗿𝗴𝗮𝗱𝗼 𝗲𝘀𝗲"
"Ring" . . . "Ring" . . . "RINGRINGRING"
Bufe harto, que acaso nadie trabajaba en este hotel o ¿que carajo?
Llevo tocando esa maldita campanita cinco minutos y nadie a salido.
Acerco mi mano para tocarla de nuevo, pero la voz joven de una mujer me interrumpe.
–Si vuelves a tocas esa maldita cosa de nuevo, te arranco las manos.
Alzo la vista y sonrió falsamente.
–Buenas tardes para usted también.
La mujer que no parece de más de veinte años, me da la mirada más harta de la vida que e visto. Si a así esta en sus veintes, no me imagino como estará en sus ochentas.
Mantengo mi sonrisa los más natural posible y miro el gafete en su pecho:"Rimania".
Hago una mueca. Que curioso nombre.
–Señorita, Rimania –la recepcionista frunce el ceño al escuchar su nombre. Supongo que a ella tampoco le a de agradar mucho–. Sería tan am-.
–Me llamo Romina, niño idiota.
Frunzo el ceño, me doy una cachetada mental y me recuerdo a mi mismo que tengo dislexia.
–Claro, solo estaba viendo si usted se sabia su lindo nombre –sonrió a lo que ella me da una mueca.
–¿Qué es lo que quieres, niño?
Suspiro y me dejo de tonterías. La miro esta vez, ya con seriedad.
–Hace unos días olvide algo, necesito recuperarlo.
Romina me mira, irritada.
–¿Crees que somos un almacén, mocoso? –me vuelve a mirar pero esta vez despectivamente–. ¿Por qué no mejor vas a jugar con tus muñecos y me dejas trabajar?
–Como si usted estuviera trabajando antes de que llegara.
Romina esta a punto de saltar del mostrador y arrancarme la cabeza, por lo que me apresuro y la miró intensamente. Pienso en como quiero que se duerma y le transmito ese sentimiento a la amable recepcionista.
–Duerme –susurro para darle más dramatismo.
–¿Qué carajo dic-? –y ahora Romina ya se encuentra dormida encima del teclado de su computadora.
