Mi encantador mayordomo

Capítulo 6: La Presentación de la Heredera

Sakura Kinomoto siempre había llevado una vida normal, o al menos eso había creído hasta hace poco. Fue entonces cuando descubrió la verdad: era la heredera de una antigua y poderosa familia, y pronto sería presentada a la sociedad. Con su cumpleaños a la vuelta de la esquina, Sakura se encontraba en una encrucijada. Sin embargo, no estaría sola. Tres mayordomos muy especiales estaban allí para guiarla en su nuevo camino.

—Es un placer conocerla, mi señorita. Mi nombre es Eriol. Me encargaré de su etiqueta. Para cualquier cosa, puede recurrir a mí —dijo Eriol, haciendo una reverencia elegante.

—Es un gusto conocerla, señorita. Mi nombre es Shaoran. Me ocuparé de su vestimenta y su correcta alimentación —añadió Shaoran con una leve sonrisa, sus ojos amables reflejando su determinación.

—Mi señorita, es un gusto tener su presencia aquí. Mi nombre es Kaito. Me encargaré de sus horarios y estudios —concluyó Kaito, con una expresión serena y profesional.

Sakura observó a los tres jóvenes frente a ella, sintiendo una mezcla de sorpresa y agradecimiento. Ellos serían sus guías en este nuevo y desafiante capítulo de su vida.

Durante los días siguientes, Eriol le enseñó a Sakura las normas de etiqueta, cómo comportarse en eventos formales, y la manera correcta de interactuar con la alta sociedad.

—Recuerde, mi señorita, la postura es clave. Espalda recta, cabeza en alto y una sonrisa suave pero segura —le decía Eriol mientras la guiaba a través de la gran sala de baile de la mansión.

Shaoran, por su parte, seleccionaba cuidadosamente los atuendos de Sakura, asegurándose de que cada vestido, cada accesorio, fuera perfecto para cada ocasión.

—Este vestido resaltará sus ojos, y este collar complementará su tono de piel a la perfección —comentaba Shaoran, mostrando un hermoso vestido de gala.

Kaito, siempre puntual y organizado, estableció un estricto horario de estudios para Sakura, asegurándose de que ella estuviera preparada no solo para la sociedad, sino también para sus responsabilidades académicas.

—El conocimiento es poder, mi señorita. Su educación es tan importante como su apariencia y comportamiento —le recordaba Kaito mientras revisaban juntos sus estudios.

La mañana siguiente, en la universidad, Sakura escuchó un anuncio importante: en dos días se llevaría a cabo la fiesta de graduación, y los estudiantes podrían llevar parejas. Además, se elegiría un rey y una reina del baile.

El anuncio llenó de emoción y nerviosismo a los estudiantes, y Sakura no fue la excepción. Mientras los demás discutían con entusiasmo sobre sus parejas y sus trajes, Sakura se sintió sola. No tenía amigos cercanos a quienes invitar, y aunque apreciaba a sus mayordomos, no quería molestarlos con algo tan personal.

Después de clases, de regreso en la mansión, Sakura se quedó en su habitación, reflexionando sobre la fiesta. Unos suaves golpes en la puerta la sacaron de sus pensamientos.

—Mi señorita, le he traído unos bocadillos —dijo Kaito al entrar con una bandeja.

—Gracias, Kaito —respondió Sakura con una sonrisa forzada.

Kaito, siempre perceptivo, notó la preocupación en el rostro de Sakura.

—¿Hay algo que le preocupe, señorita?

Sakura dudó por un momento, pero decidió confiar en él.

—Es la fiesta de graduación... No sé si debería llevar pareja. No tengo a nadie y no quiero molestarles a ustedes con esto.