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Drabble wigetta: Instinto (Lime)

( https://www.youtube.com/watch?v=Jl8fV1jUQPs ) (50 Shades Of Grey Trailer Song - Crazy In Love (Beyoncé Cover))

Era tan extraño pensar que tan sólo diez minutos atrás estaba a las carcajadas con mis amigos y una cerveza en la mano, de vez en cuando mirando de soslayo a Guillermo, uno de los colegas de Frank, que me sonría seductoramente cuando nadie más nos prestaba atención, y que ahora nos encontrábamos ambos en una situación bastante comprometedora si a alguien se le cruzaba por la cabeza abrir la puerta. Sus manos recorrían mi torso con desesperación, mientras nuestras bocas colisionaban en un beso salvaje, lleno de lujuria. Y lo peor de todo era que estar escondidos me excitaba aún más. La habitación a oscuras, nuestras respiraciones entrecortadas y el sonido de nuestras lenguas haciendo su trabajo, me sentía en el cielo. Su seductora sonrisa no se borraba jamás, y me miraba como si estuviera comiéndome con la mirada.

- ¿No te parece que estamos disimulando fatal? – le dije, mordiéndome el labio inferior y mirándolo de arriba a abajo.

Él me observó traviesamente y me empujó contra la pared, acercando su boca a mi cuello y su mano a mi entrepierna.

- Yo creo que el que está disimulando fatal eres tú – susurró, y sentí cómo su mano entró en contacto con mi miembro, que me gritaba que le prestara atención.

Un gemido entrecortado escapó de mi garganta y pude ver cómo Guillermo estaba gozando aquello.

- ¿Así que te crees muy listo, eh? – le dije, mirándolo pícaramente, mientras retiraba su mano de aquella zona que parecía creer que era suya – Ya veremos quién es el listo aquí.

Y nada más decir esto, me giré bruscamente dejándolo a él de espaldas a la pared, y gimiendo ante el contacto repentino de nuestros cuerpos. No tardé en comenzar a besar su cuello, dejando que mi lengua explorara como si aquella parte de su cuerpo me perteneciera. Su respiración se volvía cada vez más agitada, y podía sentir sus uñas clavándose contra mi cintura. Si se ponía así con tan sólo un leve contacto no me imaginaba cómo se pondría más avanzada la situación. Pero, francamente, me moría por descubrirlo. De un momento a otro lo levanté en el aire, dejando sus piernas alrededor de mi cadera y fascinándome con aquel sonido tan seductor que había salido de su garganta; mentiría si dijera que yo estaba menos excitado que él. Su miembro también pedía a gritos que lo atendiéramos, y no aprovecharme de aquello habría sido un pecado.

- ¿El que disimulaba fatal era yo? – susurré en sus labios, mientras lo apretaba más contra la pared para que mi abdomen rozara de manera maliciosa su entrepierna.

Poco más y su expresión era la de un orgasmo. La forma en que sus ojos se habían cerrado y su boca se había entreabierto sin emitir sonido alguno, contrayendo su rostro, me había dejado prácticamente sin aire. Necesitaba ir más allá de todo aquello o iba a volverme loco. Volví a dejarlo en el suelo y comencé a desabrochar su pantalón, para luego bajar besando todo su abdomen. Llegados a este punto, ninguno de los dos estaba interesado en lo más mínimo en ser disimulados, haríamos todo el ruido que nos diera la gana y ya, y al resto que les dieran por culo. Cuando llegué a la zona de su entrepierna acabé de bajar su pantalón y lo miré; me observaba con un brillo en los ojos que me decía que no parara.

- ¿Ahora tienes miedo? – dijo, sonriendo maliciosamente.

No pude evitar sonreír ante su comentario.

- El que debería tener miedo eres tú – contesté, y en el momento en el que bajé su bóxer nuestra cordura se esfumó por completo.

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