Si al entrar al salón de clases me hubieran dicho que mi vida cambiaría para siempre, no lo hubiera creído.
Esta historia no es mía solamente es una adaptación.
Todos los derechos a la autora original
Adaptación: Rivari
Samantha se había quedado un rato más después de la cena. Hablamos de algunos temas al azar y otros más personales, tales como: lo que nos gustaba de cada una y lo que no. En realidad nada cambio entre nosotras, bueno... si, ahora nos besábamos y nos tocábamos. Después de un ratito más me dio un besito en la coronilla de mi cabeza y las buenas noches para irse a descansar.
¡Dios! estaba ansiosa, lo mucho que quería llamar a Nuvia y gritarle que Samantha era mía... por fin, era mía, bueno casi, no es oficial, pero Sam me dijo que no me preocupara, esto lo resolveríamos juntas y que no comentara nada de lo sucedidó en la sala de la galería...
Se que Nuvia es mi amiga pero algo muy malo podría pasar si alguien se entera de esto.
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Llego la mañana y de lo feliz que estaba hasta me levante un poco tarde. Tenía que llegar pronto a la escuela y para rematar mi estúpido coche se negaba a encender de nuevo, trate de mil formas que encendiera hasta que finalmente lo hizo.
Aparque fuera de la escuela y me encontre con Juan. Era normal verlo ahí ya que siempre llegaba tarde. Vino hacia mí para saludarme con un beso y puso su brazo alrededor de mis hombros todo el camino. Cuando llegamos a la puerta de la clase. Pasó su mano alrededor de mi cintura. No miré hacia Samantha, probablemente me vio entrando de esta manera con Juan y se sentía herida. Y yo no quería ver eso...
Cuando me senté, Juan antes de irse a su propia silla giró mi rostro y me dio un beso. Yo solo mantuve la mirada baja
—La lectura de hoy. Páginas 315 a 480..
Yo no necesitaba mirar a Samantha para saber que estaba enojada, su voz la delataba. Busqué en mi bolso el libro, pero no estaba allí. ¿Qué hago?... Mierda. Está en mi casillero, voy a tener que pedirle permiso para ir a buscarlo.
—Señorita Garza, Lea— Dijo con severidad
—Ummm... Tengo que ir al locker por mi libro —le dije mirándola, pero me fue imposible mantener el contacto visual durante más de un segundo,
—Entonces, ve y tráelo
Mierda. Salí como un rayo hacia mi Locker. Saque los libros y volví de nuevo. Cuando iba entrando nuevamente al salón cometí el error de mirarla... y si las miradas mataran que alguien me entierre pero va
Durante toda la clase fue de esa manera. Yo sin poder mirar a Samantha y sintiéndome culpable de su enojo. La clase ya estaba por terminar y ella sólo dijo 'chicos pueden irse' eso fue todo. Escuché a la gente murmurando sobre Samantha y diciendo que hoy tenía un humor de mierda'. Es mi culpa, lo siento chicos.
Continué mis otras clases hasta la hora del almuerzo. Me pregunté si debía ir a hablar con Samantha en el aula y decirle 'hola' pero ella probablemente todavía estaba enojada conmigo, así que decidí no hacerlo. Me dejé caer junto a Nuvia y ella me miró expectante. No dije nada, solo me dedique a mirar alrededor y pude divisar a Samantha en la fila del almuerzo de maestros. Me estaba mirando y Nuvia lo notó.
