Los oficiales celestiales se alejaban rápidamente del camino cuando veían a la mariposa de un bonito pero peligroso color plateado revolotear por las calles, se movía de un lado a otro, buscando con desesperación.
No hubo alguien que se atreviera a interrumpir su camino, y mucho menos mirarlo prolongadamente. Solo Dianxia sabría qué cosas podrían provocar a aquella bestia. La mariposa se detuvo en medio de la calle, revoloteando mientras miraba en cualquier dirección posible.
En su asiento, Hua Cheng solo miraba con disgusto el lugar donde su gege había estado las últimas semanas, dejo que su mariposa siguiera buscando mientras el trataba de cuidar la histérica alma que parecía al borde de la extensión.
— Wei Ying, ¿no puedes dejar de causarme problemas?
A pesar de las toscas palabras, la bolsa fue delicadamente colocada en el escritorio, observándola como si de un bicho extraño se tratase. Su atención volvió a la mariposa cuando la sintió calmarse, en su vista, apareció el apacible rostro de Xie Lan, sonriendo delicadamente mientras acariciaba a la cansada mariposa, que simplemente dejo de aletear y se dejo caer en aquella tranquilizante mano.
— Dianxia, no deberías tocar esas cosas.
— ¿Por qué estas tan cansada, bonita? ¿Me estuviste buscando?
El fantasma arrugo sus facciones, fastidiado por la conocida e irritante voz de quien estaba con Xie Lan, y del hecho que la mariposa fuera la primera en obtener cariño de su esposo.
— Gege.
— Hua Cheng, ¿estas bien?
— Si, gege. Alguien intento invocar a Wei Ying.
La expresión de preocupación era clara en el rostro del mayor, la vista que le ofrecía la mariposa fue sacudida cuando fue acercada mas al rostro del dios.
— ¿Esta bien?
— Tuve que meterlo en la bolsa atrapa almas.
— Voy enseguida.
Con esas palabras, la mariposa desapareció inmediatamente mientras Hua Cheng se recordaba a si mismo que Xie Lan estaba encariñado con ese fantasma y no podía simplemente desaparecerlo.
Xie Lan se encargó de rápidamente encargar el trabajo que aun tenia pendiente e ir a Ciudad Fantasma en poco tiempo, fue recibido por el cariño desesperado de su esposo, a quien tuvo que besar y mimar un buen rato hasta que lo dejo libre.
Cuando tuvo la bolsa entre sus manos y pudo sentir la debilidad del alma dentro de ella no pudo evitar preocuparse, el sabía que no podría aguantar mucho tiempo mas si intentaba si quiera sacarlo de ahí para darle fuerzas, por lo que, junto a su esposo, estuvieron ideando una forma de mantenerlo a salvo.
Era un trabajo muy complicado, pues el alma respondía tanto al estimulo de la energía resentida como de la energía dorada de Xie Lan, lo cual al inicio solo fue mas confuso y contraproducente para sus esfuerzos. Por días, la oficina de Hua Cheng fue ocupada por ambos esposos mientras intentaban encontrar una forma de trabajar en la recuperación de Wei Ying, sin embargo, cualquier avance que podían lograr se veía interrumpido por una nueva invocación.
Xie Lan observaba con desesperación que los fragmentos más débiles de Wei Ying iban desapareciendo poco a poco, lo cual también alteraba a Hua Cheng. Después de que el fantasma le rogara por un par de horas, finalmente convenció a Xie Lan de descansar apropiadamente. Hua Cheng finalmente lo tenia entre sus brazos, ambos en su cama, y a solas.
Sin embargo, no le era gratificantes el momento, pues sabia muy bien que su esposo estaba afligido por los acontecimientos recientes. Mientras acariciaba su cabello, sintió a Xie Lan acurrucarse entre sus brazos y su pecho.
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A-Yuan, ¿Me recuerdas?
Fanfiction- ¡Eres un Wen! tu familia acabo con miles de cultivadores, terminaras siendo igual que ellos, siempre serás un Wen por más que actúes como un Lan. - ¡callense! están faltando altamente a las reglas de Gusu, ¡le diré a mi tío! - Ah, ni siquiera el...