⋆⁺₊⋆ 💐⋆⁺₊⋆ ☁︎ | 𝐌𝐈𝐍𝐄 |
"𝙀𝙧𝙚𝙨 𝙡𝙖 𝙢𝙚𝙟𝙤𝙧 𝙘𝙤𝙨𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙝𝙖 𝙨𝙞𝙙𝙤 𝙢𝙞𝙖".
____________ 𝗝𝗨𝗟𝗜𝗘𝗧𝗧𝗘 amaba como todo lo valioso para ella podía llamarlo, 𝘀𝘂𝘆𝗼.
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—Escriban "cautivador".— ordenó el profesor Phillips mientras caminaba alrededor de cada asiento
Charlie había sido el elegido— sacrificado— para pasar al tablero y escribir para todos. Juliette lo miraba con pena desde su asiento, si por ella fuera, tomaría su lugar, porque después de todo ese era su fuerte.
De repente, sintió como Ruby tocaba su hombro soltando una risita nerviosa y le murmuraba pegándose a ella:
—Prissy y el Sr. Phillips.
Juliette abrió sus ojos desconcertada no por la información, sino porque ahora todo el grupo de chicas lo sabia. La rubia hizo señas detrás de ellas para que le dijera a Tillie, pero ella negó, y miró su tablero indispuesta y con un dolor de estómago repentino. Ruby la miro fastidiada y lo hizo por sí misma.
Juliette fulminó con la mirada a Diana y Anne por ser tan indiscretas; aquello solo las metería en problemas, y lo último que quería era que llamaran a su padre por cosas sin sentido y muy extrañas.
Aunque una parte de ella estaba llena de curiosidad.
—Correcto. Puedes sentarte.— Charlie lo miró intimidado y camino cabizbajo hacia su lugar— Moody, de pie y a la pizarra.— lo señaló con su regla golpea alumnos— Escribe "espantoso".
El muchacho comenzó a escribir con letra cursiva gigante y muy ladeada. El Sr. Phillips abrió sus ojos disgustado y comentó:
—Igual que tu letra.
Las risas no faltaron, y Juliette luchando contra su carne trató de aguantar la risa, porque en realidad sí estuvo bueno.
Aun así aborrecía a su profesor.
De repente, Anne se levantó de su lugar y dijo:
—Moody, lleva una A, justo antes de la N, no lo olvides.
Julie miró con sorpresa hacia la pelirroja delante de ella.
—Si. Eso es cierto.— la Clemonte llevó su frente a su tablero temiéndole al desenlace de aquello— Pero deberías callarte. Eres la huérfana, ¿verdad?
—Soy Anne Shirley Cuthbert. Por favor, Anne con una sola E.
—¿Te nombre?
—Me hizo una pregunta.— le respondió; su emoción abandonado su voz
—¿Acaso dije tu nombre?— repitió con dureza
Juliette levantó su cabeza lentamente apretando los labios y mirando con vergüenza aquella escena, a pesar de que ni siquiera se trataba de ella.
