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Yo, Han Jisung, estoy otra vez sentado afuera de la oficina del director. Y sólo llevo dos años en la escuela.

¡Tengo muchos problemas en dos años! Ayer me castigaron por nada, por nada en absoluto.

Veo a una persona caminando por la calle con una corbata. Parece una gran serpiente naranja enredada sobre su cuello. Era muy tonta, fue lo más ridículo que he visto en mi vida.

-¿Qué estás mirando, muchacho? - dice el tipo -quieres ir a detención por llegar tarde o vas a tener tu clase como el buen estudiante que no eres.

Está de mal humor.

Tu corbata —le digo- Es ridícula, parece una zanahoria gigante. Es tan gracioso que me dan ganas de reír.

Me parte la cabeza, nadie me dice que este tipo es Seo Changbin, el director de la escuela.

Él no ve el chiste y decide castigarme.

La vida es muy injusta.

Ahora estoy en problemas otra vez. Estoy sentado aquí afuera de la oficina del grandote Seo esperando a que me llame.

Bueno, al menos tengo algo bueno que ver. El secretario del grandote Seo está sentado allí escribiendo algunas cartas.

Se llama Lee Felix y es una auténtica maravilla. Todos los chicos y chicas de la escuela están enamorados de el.

El me mira y sonríe. Puedo sentir mi cara ponerse roja.

- ¿Por qué te has teñido el pelo de rubio? - pregunta dulcemente.

- ¿No sabías que va contra las reglas de la escuela que los niños se tiñen el cabello? - siguió.

Intento pensar en una respuesta muy impresionante, pero antes de que pueda decir algo, el grandote Seo asoma la cabeza por la puerta de la oficina.

-Entra, muchacho - dice.

Intente imaginar como sería la conversación:

-Nunca intente teñirme el pelo.

-Ayer, ¿tenías el pelo negro?

-Si, señor.

-¿Luego cayó con el pelo blanco hoy?

-Es una larga historia.

-Dime.

Lastima hubiera sido así, pero fue completamente distinto a lo que mi imaginación creo.

Entro y me siento.

-Bueno, muchacho-dice el director Seo.

-¿Por qué te has teñido el pelo?  Intentando ser un surfista, ¿eh? - dijo en un tono irritante.

En mi opinión es un viejo gruñón.

Se jubilará el año que viene y no se quiere ir.

Nota que todavía que sigue llevando su corbata.

El siempre lleva eso.

Parece que no puede vivir sin él, trato de no mirarlo mientras le respondo.

- No me teñí el pelo, señor - digo.

-Ayer -dice Seo- cuando te vi, noté que tenías el pelo negro. ¿Estoy en lo correcto?

-Sí señor - respondo.

-Entonces dime, muchacho -me dice- ¿cómo es que tienes el pelo blanco hoy?

Noto que en su cuello destacan pequeñas venitas moradas.

Esto es una mala señal.

—Es una larga historia - le digo.

-Cuéntame la larga historia y será mejor que sea justificable.

Un viaje en el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora