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Caminaba hacia la parada del tren, cerca de la zona había muchos colegios, demasiados en mi opinión.

De repente una persona se cruza en mi camino, un chico alto, castaño y con su uniforme prolijo.

Me era conocido.

Era el chico del tren.

-Perdón no estaba viendo por donde caminaba.

Este me miró con cara sería.

-Mmmh... tranquilo, no pasa nada - Este siguió caminando hasta que se detuvo y se dio la vuelta.

-¿Tu eres el chico temeroso del tren? - preguntó con una ceja levantada.

-Si, soy yo - dije.

-Ay lindo, perdón por dejarte solo en el tren, la debes haber pasado mal, ¿verdad?

-Realmente mal, no creí ver a una persona rejuvenecer y morir en el mismo día.

-Debe haber sido horrible, bueno me tengo ir, oh mi nombre es Lee Minho pero mejor dime Leeknow, nos vemos. - este desapareció entre los edificios y arbustos.

Dejándome en blanco.

Seguí mi camino, espere el tren y me coloqué mi auriculares alrededor de mi cuello, tome mi boleto y mi libreta de composición.

Había llegado, las puertas se abrieron y me adentro, me senté en un asiento lejos de los demás para estar completamente tranquilo.

Unos minutos después sentí que tocaban mi hombro, levante la cabeza y era el recolector de boletos y amigo, Bangchan, nos empezamos a conocer ya que nos veíamos todos los días y tenemos muchos gustos en común.

-Hace un tiempo que no viajabas por aquí, realmente te extrañaba.

-Yo también, aunque pensé que habías renunciado después del accidente.

-Iba a hacerlo, fue terrorífico pero tengo que pagar la renta y la comida.

-Todo para sobrevivir ¿eh?

-Si, todo para sobrevivir, oh hace mucho tiempo que no vienes acompañado de tu guitarra, extraño su melodía y la alegría de la gente en cada vagón.

-A eso... mis papás rompieron mi guitarra no les gusta que haga música.

-Oh...lo siento, algún día te regalaré una, te lo prometo.

Bangchan se despidió y continuó recolectando los tickets, hablaba con la gente y reía mientras me veía a mi, dándome una bella sonrisa.

...

Estaba cerca de su casa pero antes iría a visitar al señor Jeongin, le quería comprar un poco de miel, era demasiado buena y la iba a disfrutar con unas tostadas y un té.

Toco la puerta del pequeño negocio y la abrió, la campanita sonó de que un nuevo cliente había llegado.

Un joven chico apareció detrás de un mueble.

-¿Señor Jeongin, es usted? - pregunté curioso.

-Si, querido Jisung, vienes a comprar miel ¿verdad?

-Obvio, su miel es deliciosa.

-Gracias jovencito, estoy tan contento de volver a ser joven, me siento como nuevo y puedo volver a enamorarme.

-Eso es maravilloso señor.

-Si que lo es, algún día lo experimentaras.

Ahí termino la conversación, fui a mi casa y pensé en los siete chicos que me encontré el día de hoy, todos saben lo que sucedió en el tren, debería juntar a todos y hablar de la extraña maquina que tengo guardada.

Un viaje en el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora