2

41 3 0
                                    

Estaba saliendo de mi casa, encontré a mi vecino Hwang Hyunjin sentado en una silla con su desayuno mientras veía el cielo, vivía en una casa celeste con flores alrededor, lo salude con una reverencia y me sonrío con dulzura.

-Buen día Jisung, ¿cómo amaneciste? - preguntó alegre.

-Bien, un poco preocupado pero estoy bien.

-¿Qué te preocupa tanto, lindo?

-Hace unos días tuve que ir a la oficina del director y supuestamente le iba a mandar una carta a mis padres.

-No te preocupes, si no mandaron la carta ese mismo día puede ser que no lo haga nunca.

-Mmmh... tienes razón, creo que debería estar tranquilo, gracias. - sonreí.

-Hablando de la escuela, creo que se te está haciendo tarde.

-¡Oh, dios mio! voy a llegar tarde, adiós. - dije apurado.

Corrí lo más rápido hacia la escuela, me había olvidado de ir a la casa de Seungmin, mi mejor amigo desde que eras muy pequeños, normalmente me llevaba a la escuela en su bicicleta pero hoy me  había olvidado y me quedé hablando con Hwang.

Entraba al salón con rapidez, ví a Seungmin en el fondo, escuchando música mientras escribía en una libreta.

Me acerqué lentamente.

-Hey, perdón por no ir a tu casa, tuve unos pequeños inconvenientes - este me ignoró, comencé a moverlo de un lado a otro, dejó su lápiz caer y se saco sus auriculares de forma bruta.

-Vamos no me ignores, lo puedo compensar, que tal si te doy unos dumplings qué hizo mi mamá, se que te encantan -decía mientras lo abrazaba.

-Esta bien, te perdono pero tiene que ser por un mes y llega temprano a mi casa.

-Okey, lo prometo - sonreí.

Ambos tuvieron su clase de matemáticas, comieron y cantaron sus canciones favoritas. 


Un viaje en el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora