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Estaba en clases de inglés, realmente me estaba aburriendo, comencé a hacer un barquito de papel, el profesor habla y explicaba mientras que mis compañeros escribían y miraban atentamente a la pizarra.

-Que aburrido - dije para mi mismo en un susurro mientra me acostaba en mis brazos.

Respiraba tranquilo, escuchaba el canto de los pájaros, cerré los ojos y me dormí hasta que una voz interrumpió mi sueño.

-Disculpé, alumno me puede decir ¿de que estábamos hablando en clase? - preguntó.

No sabía que responder, estaba aterrorizado y nervioso por la miradas que sentía sobre mí, el salón quedo en completo silencio, mi respiración comenzó a descontrolarse, mi corazón latía cada vez más rápido y todo mi cuerpo temblaba.

Estaba teniendo un ataque de ansiedad.

Miraba a todos lados para escapar de esa situación hasta que el director dio un anuncio.

-Necesito a Han Jisung en mi oficina, repito por favor preséntese en mi oficina.

Me había salvado.

Salí rápidamente de la clase y camine hacia el lugar indicado.

Ahí se encontraba su secretario, Lee Félix, este me miró fijamente.

-¿Otra vez te metiste en problemas?  -preguntó.

-Noo, solo me llamó el director - dije mientras agitaba mis manos.

-Mmmh... siéntate, espera a que te llame por cierto te queda muy lindo el pelo rubio casi blanco - sonrió dulcemente.

-Gracias.

Ahhhhhhh, Felix me acaba de dar un halago, es el mejor día de mi vida, nunca me voy a teñir el pelo, pensé en mis adentro.

De pronto alguien interrumpió mi pensamientos.

-Han Jisung, pasa porfavor, tenemos mucho que hablar - dijo mientras me adentraba en el despacho de este.

-¿Qué necesita director Seo? - dije con curiosidad.

-Ay dios mio, solo dime Changbin cuando estamos a solas, me haces sentir muy viejo y solo tengo veintitrés años - siguió hablando - he visto que sus notas mejoraron y que su participación en clase  aumento es por eso que anule el envío de la carta para sus padres aunque tendrá que seguir para pagar su bromista sobre mi corbata y teñirse su pelo.

-¡Muchas gracias, en serio muchas gracias! - sonreí alegre.

-Pero ¿porque tan feliz, chico?

-No quiero causales problemas a mis padres, trabajan fuera del país entonces no quiero "preocuparlos".

-¿Vives solo?

-Mmmh... si desde muy pequeño.

-Oh si necesita algo dime, te ayudaré con lo que necesites.

Así siguió una larga conversación hasta que era momento de volver a casa.

Un viaje en el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora