Tu lo dijiste

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-Carajo! ¿Donde estoy? En un salón...¿En que momento llegué aquí?- queda paralizado y confundido Sabito viendo las filas de sillas vacías del salón de clases por lo que sale y camina por el pasillo.

Al parecer toda la escuela está vacía, recorre pasillo por pasillo algo confundido hasta que llega a los cubículos de los maestros y escucha un fuerte ruido al fondo.
Se acerca sigilosamente pues el ruido proviene del cubículo de su nuevo compañero Tomioka, se asoma curioso y efectivamente, es su compañero encima del escritorio besándose con Sanemi apasionadamente.

-¡¿PORQUE TE ESTÁS BESANDO CON EL?!- grita enojado Sabito.

-Soy guapo y cotizado y no me voy a andar limitando solo contigo zorro rabioso mientras todos quieren conmigo- responde el pelinegro sonriendo de forma burlona acariciando el hombro del peliblanco.

-ERES UN ESTÚPIDO! SE SUPONE QUE TE ODIAAAA! COMO QUE ZORRO RABIOSO!!!- Sabito se acerca enojado tirando de Shinazugawa para alejarlo de Giyuu.

-El se queda aquí- responde Tomioka jalando de vuelta a Sanemi.

-YA SUÉLTALO- grita desesperado el pelinaranja.

Ambos comienzan una batalla de tirones jalando a Sanemi de un lado a otro hasta que...

-AH! MIERDA!- se levanta agitado Sabito con la cara mojado -¿QUÉ CARAJO HACES?-.

-Estabas gritando! Y no te despertabas con nada- explica Makomo confundida con un vaso vacío en la mano -¿Estabas soñando con Giyuu? Uuhh...te gusta!- se anima a preguntar en completo estado de shock.

-Claro que no! Ni una palabra de esto a nadie- condiciona Sabito apenado.

Mientras tanto, el recién mencionado está muriéndose de sueño frente a la alberca del instituto, efectivamente los estudiantes pidieron como nueva actividad extracurricular clases de natación.

-Woaahh! Que sueño tengo- bosteza Tomioka de brazos cruzados viendo a sus alumnos dar vueltas a la alberca.

-Lamento que tenga que venir temprano por las clases extras maestro jaja...¿pero le pagan horas extras no?- ríe nervioso Tanjiro terminando de calentar.

-Nop - suspira cansado el pelinegro.

-¿Como es eso posible? Hagamos un sindicato- dice de un modo serio el menor y el resto de sus compañeros gritan aceptando la propuesta.

-Ja...estos niños- ríe disimuladamente Tomioka escuchándolos -Sigan entrenando mejor-.

Las clases empiezan de 7 a 8 de la mañana por lo que a los directivos se les ocurrió que sería buena idea que el horario para las clases extras fueran antes de entrar, con la estrategia de que los chicos estuvieran cansados y controlados para las clases por lo que Tomioka está en la escuela desde las 5.

Afortunadamente se terminaron las clases y el pelinegro va somnoliento a su cubículo en el cual se sienta y pega su cabeza contra el escritorio intentando luchar contra el sueño.

-Debería aprovechar que tiene más sueño que nada para que me de el número de esa chica- dice Obanai viéndolo a lo lejos.

-No puedo creer que sigas pensando en ella- suspira cansado Sanemi.

-Solo imagínate...empezamos una vida juntos- le brillan los ojos a Obanai pues empieza a imaginarse mil y un cosas.

-DEJA DE ESTAR DE ROGÓN!- reniega Sanemi sacudiendo a su amigo.

-No puedo evitarlo, esa mujer me enamoró- balbucea Obanai sin importarle que lo lleven de un lado a otro.

-Vete a clase mejor, a ver si piensas con claridad de aquí a que acabes- el peliblanco suspira cansado palmeando el hombro de su compañero y empujándolo para que se vaya.

-No te prometo nada- contesta el chico de ojos bicolor yéndose.

Sanemi una vez solo, se queda observando al chico pelinegro semidormido en su escritorio por lo que se arma de valor y se va rápido por algo.
Una vez que regresa con un vaso de café en la mano entra al cubículo cerrando la puerta.

-Tomioka...ps...ps...¿te quedaste dormido?- susurra Sanemi acercándose a Tomioka tocando su mejilla con la punta de su dedo.

-¡EH! QUE?! DIGO- MANDE!!!- despierta de golpe Giyuu levantando la cabeza repentinamente golpeándose con la mano del contrario -Ay!-.

-Uy! Perdón! No era mi intención!- salta un poco del susto el peliblanco pero rápidamente frota con cuidado el área del golpe que era la frente del pelinegro.

-Está bien...¿qué haces aquí?- suspira Tomioka prefiriendo ir directo al grano, pues desde que llegó el contrario solo lo ha evitado o tratado mal por lo que teniéndolo ahí en frente sobándole la frente es extraño.

-Yo...quiero...am...quiero disculparme, por todo, por lo que te hice de jovenes y por ser un idiota desde que te volví a ver, eras de mis mejores amigos y yo...estaba muy confundido por tu gusto por los hombres y yo, me sentí extraño...no sé cómo explicarme realmente...pero, lo siento- se anima a hablar Shinazugawa nervioso pero tratando de abrirse.

-Años para que pudieras disculparte- contesta Giyuu alzando una ceja.

-Lo se...pero quiero volver a llevarme bien contigo y...darle un buen ejemplo a mi hermano- confiesa algo triste el peliblanco.

-Me alegra- sonríe levemente Tomioka mirando fijamente los ojos del contrario.

-Si jaja...entonces ¿perdonado? Te traje café para que despiertes- Sanemi le ofrece tranquilo el café que tiene en la mano sonriéndole.

-Muchas gracias, lo necesitaba ¿cuánto te debo?- el pelinegro hace un gesto de alivio al ver el café y lo toma tocando la mano de Sanemi para recibirlo.

-Mmm...por el número de la chica de pelo rosa del club para Iguro- propone Shinazugawa.

-Mejor no me des nada jajaja- ríe Tomioka por el atrevimiento siendo seguido por la risa con el contrario.

Mientras tanto alguien se acerca a ese cubículo en especial...

-Ya cálmate...¿de que te preocupas? Si ellos dos se odian- se dice para si mismo un joven adulto de pelo naranja hasta que llega asomándose y ve a dos individuos tomados de la mano y riendo por lo que entra de golpe -¿QUÉ ESTÁN HACIENDO? JAJAJA ¡¿DE QUE SE RÍEN?!-.

-Nada en especial- responde Tomioka parando de reírse.

-Tómalo, voy  a ir a dar clases ...te veo luego- termina la conversación Sanemi dándole en el café y retirándose feliz.

-Gracias, hablaremos de eso más tarde jaja- contesta Tomioka sonriendo.

-¿D-de que me perdí? ¿Porque ustedes? AHG! Me estoy volviendo loco- reniega Sabito jalando su cabello.

-Calma, vino a disculparse de lo que pasó antes y bueno supongo que estamos bien ¿porque tan alterado? ¿Celoso?- se explica Tomioka tranquilo pero levanta una ceja intrigado por la actitud de su amigo.

-¿Yo? Ja! Si dijimos que somos libres! ¿Celoso? No no, podemos revolcarnos cuánto queramos sin...am...- contesta Sabito algo inseguro de su respuesta pero bastante digno.

-Sin sentimientos de por medio, tú lo dijiste- completa la frase Giyuu volteando los ojos.

-Exacto! Cambiemos de tema! Se acerca el campamento para los estudiantes ¿ya estas preparando tus cosas verdad?- recuerda Sabito con la ceja levantada pues espera una obvia respuesta.

-Ah...lo olvidé- se queda petrificado Tomioka al escuchar sobre ese suceso.

Maestro sustitutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora