7. El Superd

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Desperté en un espacio blanco lleno de niebla, sinceramente no estaba listo para este momento. no estaba listo para ver a Hitogami...

Miré mi cuerpo y sip, era el mismo cuerpo delgado que se le marcan los huesos que yo tenia en mi vida anterior...

Levanté la mirada y ahí estaba la silueta humanoide completamente blanco, Hitogami. El estaba parado no muy lejos de mi y tenia una cara completamente inexpresiva e incomoda, como si algo no estuviera bien. Después dió una falsa y cínica sonrisa para después hablar.

—Estaba planeando darte concejos, pero veo que sabes que hacer, jejeje te estaré vigilando Rudeus Greyrat...

Desperté del sueño, me sentía muy cansado, mi mente daba muchas vueltas, esta mierda no debia pasar, no de esta manera, me repetí a mi mismo una y otra vez hasta que escuché un crujido y desperté de mi estado.

lo primero que hice fue observar en busca de Eris, ella estaba a mi lado arropada con una manta mientras me abrazaba, Ella nunca me soltó.

Suspiré tranquilo al verla dormír, Mire a un lado para encontrar a una figura, un hombre de piel blanca con cabello verde y una gema roja en la frente con una lanza clavada a su lado en el suelo. Ruijerd! que bien!

Él me estaba mirando, quieto y en silencio, como evaluándome.

—Hola - dije rompiendo el silencio.

después de un corto silencio el también respondió —Hola - dijo de forma simple y seca

—Puedo preguntar que fue lo que pasó?

—No lo se - respondió con su tono de voz simole y seco - los encontré a ustedes dos aquí después de que cayeron del cielo. Sé que los niños humanos son delicados, así que hice esta fogata para calentarlos.

—Eso fue muy amable de su parte. Gracias por ayudarnos.

—… Niño, ¿estás ciego?

—No, de hecho, mi visión es perfecta.

—¿Entonces tus padres no te enseñaron nada acerca de los Superd?

—Mi maestra me advirtió que me mantuviera alejado de ellos a cualquier costo.

El hizo otra pausa, y después habló más lenta y cuidadosamente que antes.

“Estás ignorando las palabras de tu maestra, sabes. ¿No estás asustado de mí?

—Creo que sería muy grosero temerle al hombre que acaba de ayudarme.

—Mm. Niño, dices cosas bastante extrañas. - dijo con una mirada de desconcierto genuino en su rostro.

—Mi nombre es Rudeus Greyrat, cual es el tuyo?

—Ruijerd Superdia

Me acerqué un poco a el, No tengo miedo, se como es el, alguien amable que le agradan los niños, nunca me lastimaria.

Ruijerd se veía muy incómodo. Mi forma de actuar es algo que nunca ha visto.

—Puedo preguntar en dónde estamos ahora mismo?

—La región Biegoya, en el Noreste del Continente Demoniaco. No estamos lejos del viejo Castillo de Kishirisu.

—Ya veo… Vaya que tuvimos mala suerte de aterrizar en un lugar tan alejado como este…

—Eso parece...

—Bueno, en cualquier caso, estoy muy agradecido de que usted nos haya ayudado.

—No hay necesidad de dar las gracias. Solo dime de donde vienen.

Mushoku Tensei RenacimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora