Shinobi de Alta Mar

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50: De vuelta en la silla de montar
Descargo de responsabilidad: no soy dueño de Naruto ni de One Piece. Muy bien, Japón, hiciste caballeros, piratas y quién sabe qué más. Ahora es el momento de que la rueda de géneros gire hacia un tema que no he visto en mucho tiempo. Así es, ¡un escenario de vaqueros y forajidos! ¡Le mando a un mangaka con talento que se sume a este proyecto!

...Y también pagarme una cantidad asquerosa de dinero por plantar la semilla en sus cabezas. Eso tiene que valer algo.

Capítulo 50: De vuelta en la silla de montar

(Veintidós meses después)

"La aldea Cocoyashi está muy lejos", pensó Nojiko, contemplando lo que parecía ser una extensión interminable de océano. No estaban ni cerca del East Blue. 'Me pregunto cómo estará todo el mundo. Me pregunto cómo estará Nami-chan.'

Un par de pensamientos vanos, pero del último estaba segura que se enteraría muy pronto. Se estaba acabando el tiempo para el descanso propuesto por Luffy para su tripulación, y ella garantizaría que Nami estaría al frente y al centro cuando se volvieran a conectar para seguir navegando.

El cabello azul de Nojiko era más largo, caía en cascada sobre su espalda, todavía con la cinta roja en él. Llevaba pantalones azules y una blusa con botones de color verde claro que se ajustaba firmemente a su rolliza figura, tres botones desabrochados para permitir que su pecho tuviera algo de espacio para respirar y las mangas arremangadas.

Era un día bastante agradable, y la forma de vestir de Nojiko le permitía disfrutar de la brisa del océano mientras descansaba contra la barandilla al costado del barco, con los ojos cerrados y sumida en sus pensamientos. Tendría que saciarse mientras pudiera. En el mejor de los casos, el buen tiempo sólo iba a durar por el momento. Las cosas siempre parecían ponerse difíciles, tarde o temprano, en esta franja de mar.

"¿Cómo se siente ahí fuera, bella dama?"

¿Si no fuera su persona favorita en el mundo?

Naruto ahora vestía pantalones negros envueltos con vendas alrededor de los tobillos y una camisa naranja de manga corta debajo de un chaleco blindado negro duradero que, según él, usaban las fuerzas especiales en su casa. En la parte posterior de sus brazos llevaba guardabrazos negros con mangas naranjas para proteger la piel debajo. Ya no llevaba diadema, dejando que su cabello dorado volara libremente sobre su frente.

Una sonrisa tiró de los labios de Nojiko mientras apoyaba una de sus manos sobre las dos que Naruto había colocado en su abdomen, una directamente contra su piel desnuda debajo de la parte inferior de su blusa, "Bueno", comenzó antes de señalar en algunas formas diferentes. direcciones de su rumbo, "No vayas en esa dirección, en esa dirección, en esa dirección o en esa dirección. De lo contrario, nos matarás".

Naruto hizo una mueca. En este lugar había una cosa tras otra: "¿Es tan duro?"

Nojiko se giró sobre su hombro para nivelar a Naruto con una mirada bastante plana. "Si vas lo suficientemente lejos en una de esas direcciones, comenzará a granizar", le informó.

Obtuvo una respuesta bastante curiosa de su parte: "¿En serio?" ¿Solo granizo? Las inclemencias del tiempo fueron el menor de sus problemas desde que llegaron a estas aguas. "Comparado con algunas de las cosas por las que hemos pasado hasta ahora, eso no suena tan mal".

Este sentimiento fue rápidamente desacreditado.

"El granizo es del tamaño de un glaciar, y si no golpea el barco directamente, provocará olas que seguramente nos volcarán", dijo Nojiko, "Esa es sólo una de las direcciones".

Nojiko casi tuvo que reírse de la expresión arrugada en el rostro de Naruto después de escuchar su explicación de lo que probablemente sucedería si ignoraba su advertencia: "Bueno... me alegro mucho de que puedas ver venir esas cosas".