~Elizabeth~
Ya habían pasado unas semanas desde que me mudé a Los Ángeles, y a pesar de ser a la mitad del curso, empecé en el nuevo instituto.
Los primeros días de clase fueron duros, me costó adaptarme al ritmo de los demás y socializar no es uno de mis puntos fuertes.
Pensé que estaría completamente sola, hasta que conocí a Zyla.
Es una chica alta, de mi edad, y guapísima. Tiene el pelo afro, dividido en trenzas súper largas y preciosas, y es probablemente una de las chicas más guapas que he conocido nunca.
Desde que nos tocó juntas para un trabajo de química, se ha vuelto mi mejor amiga. Es muy extrovertida y amable, y en tan solo unos días se ha ganado mi confianza, y es algo difícil.
—Liz, ¿vienes a la fiesta de hoy? — Me pregunta Zyla mientras salimos de clase.—No sabía que había una fiesta, pero de todos modos mi hermano nunca me dejaría ir—. Soy completamente sincera, si Jack me viera ir a una fiesta de noche, se volvería loco.
—Venga, pero será divertido. Le diré a Damian que venga a por nosotras, sal sin que te pillen.
Damian era el novio de Zyla. Tenía un par de años más que nosotras, así que tenía coche y carnet de conducir.
A pesar de que era una invitación tentadora, no tenía las fuerzas suficientes para ir a una fiesta, así que la rechacé.
— Lo siento, Zyla, pero no tengo muchas ganas de salir hoy, otro día voy.
Después de comer, decidí salir a dar una vuelta. Necesitaba tomar el aire, y ¿qué mejor manera de hacerlo si no es yendo a pasear?
Empecé caminando por la playa, siguiendo el paseo marítimo, hasta que los edificios y las tiendas se iban acercando.No conocía mucho la ciudad, por lo que decidí ir al centro a echar un vistazo.
Me pasé varias horas admirando los escaparates de algunas de las tiendas hasta que el sol se empezó a poner y decidí sentarme en un banco a descansar.
La tarde había sido bastante calurosa, pero en cuanto el cielo empezó a oscurecer, una pequeña brisa llenó las calles. Era una brisa cálida y muy agradable, era muy relajante cerrar los ojos e imaginar que estás en el campo con los pájaros y la brisa acompañándote.
Fue entonces cuando, absorta en mis pensamientos, un papel conducido por el aire, dio de lleno en mi cara. La paz se me terminó al instante y me lo retiré automáticamente.
Es un papel bastante pequeño y un poco arrugado, pero decido abrirlo para comprobar qué es.
Es entonces cuando lo veo, es una entrada para ver una película en el cine. Y es para dentro de un par de horas.
Hace tanto que no voy al cine que ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez, y es algo que yo solía hacer muy a menudo.
Por el aspecto del ticket, está en perfecto estado, así que busco rápidamente la dirección del cine y voy caminando lo más rápido que puedo.
🌸
— Hola, ¿en qué puedo ayudarle? — El cine estaba bastante cerca, por lo que llegué rápidamente y sin perderme.
— Pues quería saber si esta entrada es válida. — No estoy muy segura de qué estoy haciendo, pero ahora mismo no me importa.
— Sí, ¿quiere comprar algo antes de entrar a la sala? — ¡Bien! No me creo ni yo la suerte que he tenido.
—No, muchas gracias.
Recojo mi entrada y me dirijo hacia la sala 3. No sé ni qué película es esta, pero me ha salido gratis y voy a poder ir al cine después de tanto tiempo.
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Un corazón que aletea
Romance"Una novela que te hará sentir que en tu peor momento, puedes volver a brillar" Después del accidente, Elizabeth se ve obligada a dejar su hogar en Seattle y mudarse a la casa de su hermano Jack. Allí conoce a Ethan, que, por otro lado, no le queda...