Celos.

230 18 1
                                    

Dominique Dipierro, la directora del CNI y su jefe adjunto, Paul Wesker, los dos altos rangos que llevaban las misiones del CNI en Marbella eran dos agentes muy profesionales pero, a pesar de eso, una atracción sutil había estado creciendo entre ellos a lo largo del tiempo. En cada encuentro se podía sentir la tensión, las miradas y alguna indirecta que era lanzada, creando un ambiente divertido para ciertos agentes como Armiche, quien era el primero que quería verlos declarar sus sentimientos de una vez, algo que no sucedía puesto que era un asunto delicado, por lo que ambos eran cuidadosos, sabían que sus roles en el CNI exigían un límite claro entre lo personal y lo profesional así que lo mantenían.

Una tarde, tras una disputa con los demás agentes por el futuro de un policía que había dado información sobre sus compañeros a una banda, Dominique decidió tomarse unos días en su antigua casa en Francia, buscando un respiro en medio del constante caos de su vida como directora. Mientras tanto, en su ausencia, Wesker se mantuvo ocupado con los casos que estaban llevando a cabo, había mucha información por unir de algunos y de otros había mucho por indagar aún.

———

Dominique regresó antes de lo esperado, dejó sus cosas en su oficina y como se había puesto la meta de no pelear con nadie ese día, salió de la oficina antes de cruzarse a los demás agentes. Estuvo dando vueltas por la ciudad un rato hasta que su teléfono empezó a sonar, era una llamada de Marquitos, uno de los informantes del CNI. En un día normal no hubiera atendido, normalmente se comunicaban con Wesker para dar información, pero al pensarlo por un segundo decidió hacerlo, mucho más por hacer no había y no perdía nada.

- Hasta que atiendes. - habló ofendido.

- Perdona, estuve fuera de la ciudad unos días. - respondió con desinterés. - ¿Tienes información nueva?

- Ahora mismo no, pero esta noche hay una fiesta en el pier y sé que van a ir algunas bandas, si quieres vamos.

- Bueno, ¿a qué hora es? - respondió después de pensarlo por unos segundos.

- Es a las 7, a las 6:30 paso por las oficinas a buscarte.

- Genial, nos vemos. - dijo mientras se dirigía a las oficinas para darse un baño y cambiarse de ropa.

———

- Iru, ¿qué tal estás? - habló Wesker cuando ella atendió el teléfono.

- Buenas Wesker, bien, ¿tú?

- Me alegra oírlo. Escuché que hay una fiesta esta noche, ¿te gustaría ir? Debo sacar algo de información de una banda que sé que irá.

- Está bien, ¿a qué hora es?

- Es a las 7.

- Salgo de trabajar y voy para allí.

———

Wesker se encontró con Iru a dos calles de llegar a la fiesta. Fueron caminando mientras charlaban hasta el pier, se habían vuelto muy buenos amigos. Al llegar allí estuvieron observando persona por persona entre los que estaban allí, cuando los ojos de Wesker se pararon en una pelinegra que reconocía muy bien.

- Dame un minuto. - Se acercó a ella siendo observado por Iru. Al llegar junto a ella habló. - Jefa.

- Wesker, ¿qué tal? - se giró sonriéndole.

- No sabía que ya había vuelto. - le sonrió de vuelta.

- No tenía planeado volver hoy pero acabé con mis pendientes en Francia antes de lo esperado. - mintió, pues había ido a descansar pero extrañaba estar en la ciudad.

Domisker oneshotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora