- ¡LEVI! -grito mientras corro por la calle desierta.
¿Porqué? ¿Por qué decide dejarnos a mitad del cumpleaños de Eren?
Aprieto mis párpados mientras no dejo de correr, puedo resbalar y caer pero volveré a levantarme, porque eso es lo que me hace más fuerte (Y más reprimida de sentimientos). Vuelvo a mirar adelante y abro bien grande los ojos al reconocer esa diminuta figura, transitando por la desolada calle bajo la tormenta.
- ¡Levi! -lo llamo una vez más pero no se da la vuelta, entonces doy lo último de mis fuerzas y continúo corriendo hasta donde está él.
Me duele pensar que dije algo muy malo, o que se haya ofendido por lo que Eren ha dicho. No, no creo que por eso se haya enfadado, tampoco creo que lo que Armin dijo como chiste se lo tomara tan a pecho. Pero es que ellos tienen razón, Levi ha estado comportándose muy raro últimamente; antes solíamos hablar con tanta naturalidad, ahora apenas puede decir dos palabras.
Le he preguntado a Hanji si sabe algo al respecto pero no supo contestarme, me decía que era mejor no decir ciertas cosas. Sin embargo, yo quiero hacer algo para ayudarlo, no me gusta verlo apartado de todos. Y mucho menos ahora que a Eren se le ha escapado tal confesión.
"A Mikasa le gusta Levi"
¡Estúpido! ¡Estúpido Eren que arruina todo!
No suelo demostrar mis emociones o sentimientos, rara vez lo hago. Pero tratándose de Levi, no puedo estar con la conciencia tranquila sabiendo que él no la está pasando nada bien, y que no puedo ayudarlo porque no sé qué le sucede. Quisiera, por lo menos, saber el motivo de que se haya ido de la fiesta con semejante lluvia.
Freno los pasos de forma inmediata, él sigue caminando, no tiene la intención de voltearse. Bien, no he llegado hasta aquí para solo mirarle la nuca, debo jactar lo que Eren ha dicho, pero ahora lo diré con mis propias palabras. Estoy decidida, siempre esperaba un momento oportuno para decirle, incluso mucho antes de que él se fuera de la ciudad por algo que no me ha dicho; y fue ahí, fue ahí cuando volvió totalmente distinto.
-Heichou. -susurro, mi cabello está totalmente mojado, mi cuerpo entero en realidad. No me importa, no me importa mientras él permanezca a mi lado. - ¿Porqué te fuiste de repente?
Mi mano se alza, tiritando por el frío, logra tomar su brazo derecho y afirmo la mano al mismo, él se pone rígido y mi corazón empieza a latir con harta fuerza. Esta sensación ya la he sentido en ocasiones, cuando nos quedábamos solos en alguna parte, todo porque Eren se llevaba a todos para que tengamos un momento de privacidad. Era en ese entonces, que yo debía decirle lo que sentía con respecto a él, pero nunca tuve el valor de hacerlo.
Hasta ahora.
Bajo la mirada, aún sin saber si él voltea la vista para verme. La oscuridad de la noche y la lluvia cayendo sin piedad alguna es lo único que puede acompañarme, el frío me paraliza y mi piel está empezando a helarse. Eso no debe preocuparme, más me debe preocupar el hecho de que Levi se haya vuelto tan frío, y no solo conmigo, si no con todo el grupo.
-Estoy cansado, quiero ir a dormir. -me responde, trago saliva. Eso no se lo creo nada, para mí que debe estar mintiendo. -Podrías... ¿Podrías soltarme?
Al oír eso, tomo una respiración repentina, y mis labios se entreabren debido a la sorpresa de la rudeza de sus palabras. ¿Porqué me trata de esa manera? ¿Acaso le molesta tanto lo que ellos dijeron? Sin poder decir otra cosa más para evitar eso, no tengo más remedio que dejarlo. Mi mano empieza a perder control sobre su brazo, y lo libero del agarre, él mueve los hombros, creo que he sido algo bruta.
