Les advierto, el yaoi no es mi fuerte (?)e.e Esto cuenta con cuatro o cinco partes e.e Así que hay para rato, nos vemos en el siguiente!
¿Porqué será que disfruto mejor de tu mirada cuando estás a mi lado? ¿Por qué será que te aprecio en la penumbra?
Junto ambas manos y se acomodan debajo de mi mejilla izquierda, mis ojos claros se postran en los tuyos, únicos de todas esas miradas diarias, poderoso ante ellas. Esos dos colores combinados son los que me hacen quedar mirándolos toda la noche, desvelándome, gastando el tiempo en la apreciación de tus ojos. Y lo valen.
¿A quién mirabas en ese momento? Da la impresión de que observas a quién te ha tomado la foto pero me da la sensación de que no es así. No lo sé, tus ojos van en dirección que no llego a ver debido a que la imagen se corta; siempre intento hacerme algunas hipótesis sobre lo que andabas mirando ese día, aunque tengo la leve sospecha de que andabas pensando en tu pasado, o formulabas tramas para esos futuros proyectos.
No he podido apreciar una sonrisa tuya, jamás he tenido esa oportunidad. Creo que es parte de tu personalidad que no lo muestres, es algo tan característico de ti que me encanta. Es como un enigma, no se puede resolver, y aunque tenga las pistas para averiguarlo, me es difícil porque tienes ese misterio que usas como escudo, y que es lo que me hace dudar de lo encontrado.
Tu rostro es lo que me deja al borde del abismo, en ocasiones te he imaginado mirándome de esa manera después de dar mi opinión acerca de tus proyectos, respondiendo que soy demasiado estúpido como para argumentar eso, y que soy un mocoso ignorante, como sueles estar acostumbrado llamar a esas personas que no captan a lo que te refieres en tus obras originales y auténticas. Entonces yo sonrío por esas palabras, que si bien para algunos sería ofensivo e hiriente, para mí sería más como un halago, porque el mismísimo Levi me está llamando mocoso.
Se me aproxima una sonrisa a la cara de solo imaginarlo, he soñado todos estos años con ese rostro, esos ojos y esa intimidante mirada. En verdad, no sé qué es lo que me atrae de ti, Levi, pero sé que no solo son por tus historias, sé que hay algo más que me carcome la piel cada noche que me acuesto y me quedo mirando tu fotografía recortada de una revista, y que yo he colocado en la mesita de luz con un marco negro, que es el único que logra contrastar con tu piel pálida e intangible. ¿A qué se asemeja? Eso también es uno de tus tantos misterios, eres tan difícil de deducir.
Me tienes a tu merced, y puedes hacer conmigo lo que quieras, aunque sabemos que estoy bromeando ya que jamás voy a conocerte en persona. Eres un personaje ficticio para mí, que solo vive en las leídas páginas de un libro; solo una imagen que yo puedo manipular gracias a la terrible imaginación que tengo.
Pero la verdad de todo esto, Levi, es que todas las noches hago este alboroto para terminar susurrando tu nombre en la oscuridad mientras no dejo de mirarte.
Me siento como Annie en "Amor platónico", claro que yo a ese amor lo estoy clasificando de una manera muy distinta a la tuya, no podría comparar tus argumentos con los míos, sería tan absurdo de mi parte. Y el final no ocurrirá nunca, ya que no somos cercanos y no cometería algo tan disparatado como aquello. Simplemente no lo haría, pero hablo de esos sentimientos tan maravillosos que ella experimenta al darse cuenta de lo que siente; en ese sentido me siento muy identificado con ella.
Logras que suspire, ¿Cuántos suspiros te has llevado? No puedo decirlo con certeza, me equivocaría de hecho. Mis ojos deciden apartarse para poder enfocarse en el reloj, dictan las cuatro y media de la madrugada, creo que he estado tres horas admirando tu imagen en la mesita de luz.
Debo descansar algo, la noche anterior me he desvelado inventando una historia que jamás sucederá, porque simplemente no voy a tener la suerte de conocerte en persona y me mires en la forma que quiero.