Segundo capítulo: Segundo encuentro

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Megumi, luchando por apartar de su mente la incómoda reunión con Yuji semanas atrás, comía distraído mientras las voces estridentes de sus primas mayores se entrelazaban en un caos mental, convirtiendo su día en una verdadera pesadilla

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Megumi, luchando por apartar de su mente la incómoda reunión con Yuji semanas atrás, comía distraído mientras las voces estridentes de sus primas mayores se entrelazaban en un caos mental, convirtiendo su día en una verdadera pesadilla.

— Oye Megumi, ¿es cierto que tu padre te ha legado la casa de Epping Forest? — cuestionó Mai, seguida de la mirada desaprobadora de Maki, provocando indignación en Megumi y quitándole el apetito.

— Es injusto contigo. Tus padres te han heredado tantas propiedades y ninguna la has ocupado. Supongo que ya has pensado en tener un heredero — insinuó Maki, desencadenando un torbellino de pensamientos en la mente de Megumi, aunque la idea de la paternidad carecía de sentido después de un procedimiento médico reciente.

— Sí — respondió Megumi, intentando acallar las inquietudes.

— Pues yo dudo que lo hagas, Megumi. Apenas te he visto interactuar con un reducido círculo de personas, en su mayoría por motivos laborales — burló Maki con ironía. — Con esa expresión hosca, ningún omega te verá como deseable. Parece que te quedarás soltero, por muy atractivo que seas. Nadie estaría dispuesto a soportar tu personalidad.

— Cállate — replicó Megumi con un atisbo de enfado fingido, abandonando la mesa y saliendo del comedor con paso rápido, exhausto de las provocaciones de las hermanas.

— Llorón.

Al salir, suspiró aliviado, sintiendo el agotamiento de convivir con las dos hermanas. Sin embargo, su respiro se vio interrumpido al encontrarse con Naoya en el pasillo, en el momento menos oportuno.

— Megumi... — lo saludó Naoya.

— Naoya... — respondió Megumi con reservas.

— No esperaba verte por aquí hoy, Megumi — comentó Naoya con cierto tono desafiante.

— Disculpa, Naoya, tengo asuntos importantes que atender. Me retiro — intentó alejarse, pero una mano más grande que la suya se posó en su hombro, apretándolo.

— ¿Qué sucede, Megumi? ¿Acaso no soportas mi presencia? — inquirió Naoya, generando incomodidad con su aroma a madera y su actitud dominante. — Espero y no intentes robarme el puesto Megumi si es así haré que te arrepientas, si es necesario te humillaré en todas las maneras posibles.

Megumi, evitando el conflicto, soportó en silencio las feromonas y las amenazas implícitas de Naoya, aunque en su interior no albergaba interés alguno en involucrarse con los Zen'in.

— No me interesa formar parte de la empresa Zen'in... por ahora —, sentenció Megumi antes de librarse de la mano de Naoya y soltar unas palabras desafiantes, alejándose mientras dejaba escapar un suspiro de alivio.

"Estupido"

"Estupido"

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