Capitulo 7: La elegida es...

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Ethan:

-Es un plan excelente -digo en la habitación, de pie, con un chasquido de dedos.

-¡¿De verdad?! -Sophie, recostada en su cama, pregunta con cierta emoción.

-Por supuesto -afirmo de brazos cruzados, apoyando mi espalda en la pared-. Me voy a caminar por ahí -digo separándome de la pared-. Estar encerrado, es algo que no soporto.

Salgo de la habitación de Sophie, y bajo las escaleras. Pensar en el plan de Sophie, es lo único que soy capaz de hacer mientras camino a la puerta.

-¡Ethan! -el llamado de Sophie, que está de pie en las escaleras, me detiene, justo cuando estoy a punto de abrir la puerta.

-Es hora de ejecutar el plan -dijo, con una sonrisa se formada en sus labios.

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Lux:

-¿Qué pasa ahora? -pregunto enojada, con brazos cruzados sobre mi pecho.

-¡Oye! -Exclama Lidia-. No me hables así.

«No puedo creer que esta bruja tenga la dichosa necesidad de enviarme a hacer deberes. Todo está impecable, y aún así, siempre me jode la vida».

-Ya voy a hacer los deberes -afirmo con la cabeza gacha, dando dos pasos para coger los artículos de limpieza que están frente a mí.

-¿Deberes? -dice y se cruza de brazos-. No te he enviado a hacer deberes -su voz es gélida.

-Entonces ¿a qué has venido a mi habitación? -levanto mi mirada, antes perdida en el suelo. Frunzo el ceño.

-Llegaron personas en busca de una niña que adoptar -afirma Lidia.

-¡En serio! -levanto mis manos, y cubro mi boca por la sorpresa. Los artículos de limpieza que sostenía, cayeron desplomados al suelo-. Pero, pensé que no me ibas a avisar si esto pasaba -paso los brazos a mis costados-. Como soy la que hace los deberes, no creía que me tuvieras en cuenta para algo así -mi mirada cae al suelo nuevamente.

-Mira, Lux. La verdad, antes no te tenía en cuenta para esto -dice Lidia. Con un brazo a sus costados, y la otra mano, acariciando su barbilla- Pero, desde que escuché las palabras que te dijo Dayana. Desde que escuché que lloraste mucho, estuve esperando que alguien llegara para darte esta oportunidad -sus palabras me hieren mucho-. Así que, vamos -me extiende una mano-. Están esperando allá abajo. Ya sabes, para la selección

«Dice que ¿tuvo que escucharme llorar para aceptar que yo sea adoptada? Esta mujer es una cínica».

-Yo puedo ir sola -rechazo la mano que extiende Lidia, dándole una palmada con el costado de mi mano. Le paso por el lado, y me quedo parada frente a la puerta que conduce al pasillo-. Pero antes de irme, debo preguntar algo -me giro para darme cuenta que Lidia me está mirando.

-Pregunta lo que quieras -dice, con sus manos, acomodando su ropa.

-¿Por qué yo? -observo como Turner frunce el ceño-. Voy a repetir la pregunta. Esta vez, con más precisión para que entiendas -mis ojos entrecerrados, reflejan en mí, una gran seguridad-. ¿Por qué yo era la única a la que tratabas mal? -una lágrima traza su camino en mi mejilla-. Existían más personas y solo fui yo -tengo la voz rota, al igual que los sentimientos-. ¿Sabes qué? -digo, limpiando mis mejillas-. Me alegro que haya sido así. No quisiera imaginar a otra persona en mi lugar, porque esto, no se lo deseo a nadie -su mirada es repugnante-. Espero que me elijan. Estar aquí, es algo que no soporto -con todos mis pensamientos expresados, salgo de la habitación, cerrando la puerta con mucha fuerza.

LuxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora