Día 2

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Antiguo Océano Atlántico.

Hora: 1:21 pm.

Barco militar A1.

Segundo día del Apocalipsis.

Los líderes llevaban aproximadamente toda la noche y la mañana navegando, cada uno en sus respectivos barcos. Lograron arreglar todo el día anterior y zarparon lo antes posible, las pistas falsas se dirigían a China y Australia, mientras que lo que se consideraba necesario para la supervivencia de la raza iba, supuestamente, hacia La Ciudadela.

-¿Qué se supone que haremos al llegar? - preguntó Julieta a sus compañeros.

-Hay un mapa de aquel antiguo país - dijo Lucius-. Déjame buscarlo, creo que está en la cabina del capitán - dicho esto, el hombre se levantó y caminó hacia el interior del bote.

Los otros dos se quedaron viendo el pequeño televisor que tenían frente a ellos, era una de las pocas tecnologías que habían logrado salvar y evolucionar después de la guerra, como también los teléfonos y las cámaras fotográficas, aunque estas no eran las enormes que se veían anteriormente en distintos catálogos pues los líderes de un principio temían que esta tecnología volviese a las personas nocivas de nuevo. Se lograron salvar aparatos de tecnología medicinal más que todo pero los de entretenimiento no tuvieron tanta suerte.

-Aquí está - dijo Lucius al volver y desplegó el enorme mapa del país de América del Norte en la mesa.

-¡Este lugar es enorme! -gritó Roccini-. Nunca llegaremos a encontrar los supuestos sitios que salvaran la raza ¡nos tomaría años!

-Sí, nos tomaría años - concordó Dimitri. Pero como tenemos esto - sacó unos papeles de su maleta-, podremos localizarlo en menos de medio día - sonrió-. Son papeles de la dirección de dicho lugar y mapas en donde está señalada la ubicación de los mismos.

-¿Dijiste que esto se lo pasaban de protector a protegido a través de los años, no? - Pregunto Julieta y Gretovsky asintió - ¿Acaso sabes si esto es fiable? Quiero decir... ¿Sabes quién fue el primer dueño de estos papeles?

-Lo sé - aseguro Dimitri-, esto pertenecía a uno de los presidentes que había tenido el país.  Roosevelt creo que era su nombre, uno de sus hijos sobrevivió a la guerra y antes de morir se lo dio a otra persona, una enfermera que lo cuidaba. Cuando se crearon a los protegidos, ella se lo paso al suyo una vez que llegó a independizarse hasta que llego a mí - sonreía el castaño.

Los otros dos líderes asintieron satisfechos con lo que les había contado su compañero.

-Señores, disculpen la interrupción - se acercó el segundo capitán-. No he podido evitar escuchar su conversación y me gustaría contribuir en su causa con esto - les entregó otro mapa del mismo país y otros papeles-. Pertenecían a un trabajador del Pentágono que estaba en lo que era América del Sur, lo encontramos en una de las casas donde ahora se encuentra La Ciudadela. Espero les sirva - y con esto se dispuso a retirarse pero fue detenido por una pregunta de uno de los líderes.

-¡Aguarda! -pidió Lucius-. Yo te conozco, tú has ido con los exploradores que se han enviado para ver lo que queda del mundo ¿cierto? ¿Cuál es tu nombre?

-Me llamo Samuel Signoret - dijo este.

-Bueno, Señor Signoret - dijo Julieta-. ¿Qué le parece si nos ayuda un poco con estos mapas?

-Será un placer - dijo el segundo capitán-. Miren, de acuerdo con este mapa y estos papeles el lugar que buscan se encuentra en lo que antiguamente era Washington DC, en el estado de Maryland y para nuestra suerte está cerca de la costa, al ritmo en que vamos puede que no lleguemos a tiempo antes de que el caos comience pero como esto es un porta aviones tenemos la suerte de tener como cuatro, podríamos trasladarlos hasta allá con un grupo y en caso de que lo encontremos pues enviamos de nuevo al avión para confirmar curso - sugirió Samuel.

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