Lugar: Antigua Área 51, antiguo estado de Nevada, ahora base terrorista del Grupo Maro.
Hora: 2:30 am.
Los líderes estaban en una habitación con apenas luz, los terroristas empezaron a rodearlos mientras estos estaban atados a las sillas, manos detrás de la espalda y piernas a las patas, cada uno con una bolsa en la cabeza y un pedazo de tela amarrándoles la boca e impidiéndoles hablar.
Uno de los secuestradores se posicionó detrás de ellos mientras el nuevo encargado del Grupo Terrorista Maro entraba en la habitación y con una seña de la cabeza ordenó que se les fuera retirada las bolsas de la cabeza de los líderes.
Julieta y Dimitri quedaron cegados por la repentina luz y les tomó un tiempo divisar donde estaban, comenzaron a asustarse y a moverse pero al darse cuenta de que estaban amarrados se dedicaron una mirada desesperante. Observaron como todos los presentes en la habitación los veían con diversión al ser ellos los más jóvenes de los líderes y que cualquier otro líder que haya tenido el nuevo mundo.
Dimitri y Julieta miraron por toda la habitación y ambos buscaban a la misma persona.
¿Dónde diablos está Lucius?, pensaban.
Comenzaron a intentar hablar haciendo sonidos extraños hasta que el general encargado de los terroristas alzó una mano para silenciar sus chillidos. Ellos hicieron caso y guardaron silencio para escuchar lo que diría aquel hombre.
-No entiendo nada de lo que dicen - comentó y Dimitri hizo un movimiento intentando parecer enojado y amenazador-. ¿Qué les parece si vamos por partes? Empecemos por ti, Dimitri Gretovsky - y dicho esto uno de los hombres en la habitación le arrancó el pedazo de tela de la boca.
Dimitri escupió en el suelo y levantó la mirada con asco hacia ellos.
-¿Dónde estamos? - comenzó-. ¿Dónde diablos metieron a Lucius?
Los hombres comenzaron a reírse y a murmurar cosas. Dimitri y Julieta los veían expectantes.
-Estas justo donde querías - respondió el hombre-. En el Área 51 - sonrió y tanto Julieta como Dimitri abrieron los ojos como platos.
Imposible, pensaron.
Era una trampa. Maldito sea Signoret, pensaba Dimitri.
-En cuanto a Lucius Whitman - el hombre sonrió de forma perversa-. No le hicimos nada - aseguró.
-Mentiras - bramó Dimitri-. ¿Qué demonios le hicieron? - tanto él como Julieta comenzaron a forcejear.
-Tranquilízate, Dimitri.
Gretovsky y Roccini quedaron paralizados al escuchar aquella voz. Ambos dirigieron la mirada hacia la entrada para ver como un Lucius Whitman, limpio y con traje, entraba en la habitación.
-Querida Julieta - dijo de lo más tranquilo del mundo-. ¿No te molestan esos harapos en tu boquita? - preguntó con una mueca-. Te ves incómoda, cariño.
-No la llames así - rugió Gretovsky saliendo de su trance y línea de pensamientos al comprenderlo todo.
-No creo que estés en posición de dar órdenes, Dimitri - dijo divertido-. Yo que tú, cuidaría mi lenguaje.
Yo que tú me cuidaría la espalda, gusano inmundo, pensó Dimitri.
-Quítenle eso de la boca - pidió Lucius.
-¿Por qué? - preguntó Julieta con lágrimas de ira y tristeza en los ojos.
-Me darían un momento, con mis... compañeros líderes - pidió mirando al general.
ESTÁS LEYENDO
Extinción
Historical FictionCuando el orden mundial se ve afectado por rebeldes terroristas, los mandatarios que tienen como tarea cuidar de la supervivencia de la raza humana deberán hacer lo inimaginable para evitar la extinción. Comunidad. Identidad. Estabilidad. Ese era...