Carlos es el jefe de la mafia italiana que está en Brasil solucionando unos asuntos, y Charles solo es un desafortunado chico en una desafortunada situación.
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Dónde un inocente Charles se convierte en el todo de un despiadado Carlos.
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Charles lleva poco más de los tres meses viviendo con Carlos y siempre encuentra alguna manera de crear situaciones raras, pero claramente ninguna tan rara como la actual.
Si le preguntas a Charles como terminó en esta situación en específico, el no sabría cómo contestarte algo coherente.
Todo comenzó de manera muy inocente, Charles estaba demasiado aburrido y Carlos estaba demasiado concentrado trabajando.
- ¿Ya casi terminas?- Pregunto Charles en un tono caprichoso por tercera vez en menos de quince minutos.
- No, me faltan demasiadas cosas.- Hablo Carlos sin voltearlo a ver.
- Tengo hambre.- Volvió a intentar Charles.
- Ve por comida, o pide algo, mi tarjeta sabes dónde está.- Charles frunció el ceño pero decidió bajar a buscar comida.
Regreso feliz al despacho de Carlos, intento ofrecerle las fresas o el helado pero continuo centrado en su trabajo.
Pero Charles es terco y gracias a Carlos se ha vuelto muy mimado.
Justo ahora quiere que Carlos le preste atención y el lo va a lograr.
Se levantó, tomo su comida y se dirigió a Carlos, cuando esté volteo a verlo y separó un poco la silla de el escritorio, Charles aprovecho su oportunidad, se sentó directamente en las piernas de Carlos esperando que se molestara o le dijera algo, pero al parecer le dió igual, solo suspiro y volvio a acomodar la silla.
Charles ahora estaba más molesto, esto era una cosa estúpida, sabe que Carlos tiene que trabajar, pero simplemente no está pensando racionalmente.
No, no está pensando racionalmente, asi que tomo una decisión tonta.
- Esto es muy dulce.- Dijo Charles.
- ¿Mucho?- Pregunto Carlos volteando a verlo con el ceño fruncido.- Pensé que te agradaba la comida demasiado dulce pero podemos pedir que lo cam....
Carlos fue callado por los labios de Charles sobre los suyos.
- ¿Viste?.- Pregunto Charles haciendo un puchero.- Debe de ser el helado, deberíamos cambiar de mar..
Ahora fue el el que fue callado por un beso de parte de Carlos.
Y ahora llevan más de una hora en esto, es como una secuencia, Carlos toma una fresa, le pone helado, se la da de comer directamente y lo besa de manera lenta y profunda.
Aunque ahora los labios de Charles duelen un poco por el uso y claramente el hecho de que no está acostumbrado a hacer esto, lo está disfrutando como nada.
- Más.-.Dijo cuando se separaron para tomar una respiración.
Carlos estaba por tomar darle otra fresa para continuar con esto cuando entro alguien sin tocar a la oficina.
- Cabron, llevamos más de treinta minutos tratando de contactarte.- Hablo el que Charles recordaba que se llama Liam.
- ¿Que mierda quieren?- Charles a este punto ya había quitado sus piernas de las caderas de Carlos, pero cuando trato de separarse Carlos lo sentó en su regazo, solo se pudo sonrojarse un poco cuando sintió la dureza en los pantalones de Carlos, una que el mismo tenia en los propios y jamas habia experimentado.
Al final se desconecto de lo que estaban hablando pero al parecer era algo grave relacionado con unos idiotas según las palabras de Arthur y sus padres según las palabras de Lewis, por lo que Carlos necesitaba salir.
Él se despidió con un beso suave sobre sus labios.
