⁵∘⁠~⁠♡~⁠ Capítulo especial 0.5~⁠♡~⁠∘⁠

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Lance nunca fue un chico tonto.

El nació en una buena familia, una muy buena de hecho, su padre siempre hizo cosas relacionadas al gobierno, es reconocido dónde viven, texas, como un hombre recto y responsable. Como era de esperarse esto trajo mucha presión a Lance y a sus hermanos.

Su padre les exigía demasiado, sus hermanos lo dieron, pero el siempre fue la oveja negra, siempre haciendo todo mal, recibo tantos castigos que perdió la cuenta de ellos.

Además estaba cansado del tira y afloja que tenía con su padre, estaba presente pero a la vez tan ausente. Presente económicamente y asuste en todo lo demás.

Hasta que un día se harto.

- ¡Me voy a ir!- Le gritó Lance.

- ¡Pues lárgate, me harías un favor!- Le contesto para después observarlo, inclinar la cabeza y reírse.- No te doy ni cinco minutos Lance, eres tan mimado, estás acostumbrado a un nivel de vida que no cualquiera puede tener.

Aunque sabía que su padre tenía la razón, Lance no le daría la razón.

Cuando salió de casa lo hizo sin nada más que poco dinero que utilizo para rentar un pequeño lugar en un barrio que el catálogo como horrible, y al día siguiente de llegar se puso a buscar trabajo.

Sinceramente Lance no entendía cómo hace la gente pobre para sobrevivir, usar transporte público es tan tedioso e incómodo, trabajar por más de dos horas es muy pesado, además que está trabajando en un restaurante y es súper cansado, no podía hacer compras cada fin de semana ni ir a tiendas para gastar todo su sueldo. Además ahora resulta que la luz y el agua se pagan, y la renta es cara.

Sinceramente Lance estaba pensando en volver a casa de su padre, pero el destino le ayudó.

Lance aún recuerda como se conocieron.

Ese día su compañero faltó al trabajo y el tuvo que cubrirlo, estaba tan enfadado, además los tipos que frecuentan este tipo de lugares jamás le dejan una mierda de propina, pero claro, es un bar de mal a muerte, no puede esperar nada más.

- ¿Que le pudo servir hoy? - Pregunto Lance sin levantar la vista, cuando alguien se sentó frente a el en la barra.

- ¿Tienes un buen vino?- Contesto una voz grave que hizo que Lance levantará la vista con atención, oh por dios, el tipo no pertenece a este lugar y se le nota.

- No, no creo que tengamos algo que usted considere un buen vino.- Contesto sonrojado por el tiempo que estuvo viendo a el tipo embobado.

- Puedes tutearme , soy Fernando, ¿tú eres...?- Oh, el definitivamente le estaba coqueteando.

- Lance.- Contesto con una sonrisa coqueta.- Dime Fernando, ¿Que haces en un lugar como este?, es claro que no eres de por aquí.

- En realidad soy de Italia, estoy aquí por negocios.- Respondió a su pregunta, mientras se dedicaba a recorrer a Lance con la mirada.- Tu tampoco pareces alguien de estos rumbos.

- La vida es muy caprichosa.- Fue lo único que soltó Lance.

- Lo es, ¿te puedo invitar algo?- Pregunto Fernando dejando un beso sobre su mano.- No aquí, dime a la hora que sales y pasaré para llevarte a un lugar de los que mereces.

- Claro.- Sonrió de manera dulce, Fernando aún no lo sabía, pero ellos se casarían.

Todo fue tan irreal, Fernando le dió lo imposible y más, justo lo que merecía Lance.

Corazones Cautivos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora