Carlos es el jefe de la mafia italiana que está en Brasil solucionando unos asuntos, y Charles solo es un desafortunado chico en una desafortunada situación.
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Dónde un inocente Charles se convierte en el todo de un despiadado Carlos.
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Charles estaba algo nervioso, Carlos no le dijo a dónde irían simplemente dijo "ponte más bonito de lo que eres" le dió un suave beso y salió de la habitación.
El sonido de un teléfono lo saco de sus pensamientos.
- Contesta, bonito.- Hablo Carlos sin despegar la vista de la carretera.
- Bueno.- Hablo Charles al teléfono.
- ¿Charles?- Contesto de malas la persona en la línea.
- Señor Arthur, ahora le pasó a Carlos.- Conocía poco a ese tipo pero sabía que no era la persona más agradable.
Puso el altavoz para que Carlos pudiera hablar sin distraerse.
- Dime.
- El abuelo quiere vernos en su casa, todos están en camino, solo faltas tú.- ¿Ese tipo siempre estaba triste o de malas?
- Hoy no puedo.- Contesto Carlos.
- No es mi problema, es orden del abuelo, tú sabrás lo que haces.- Y colgó.
Carlos suspiro como buscando paciencia en lo mas profundo de su ser.
- Cariño, tenemos que ir pero nuestra cita aún está en pie.- Dijo mientras tomaba su mano y le daba un beso en ella.
- Está bien, Calos- Contesto un muy sonrojado Charles.
Charles llegó a pensar que la casa de Carlos es grande, eso hasta que vío la casa del "abuelo", ese lugar parecía interminable.
- ¿Viviste aquí?- Pregunto Charles.
- Si, desde recién nacido hasta mis dieciocho.- Contesto Carlos.
- ¿No te perdías?
- Algunas veces.- Contesto con una sonrisa.- Jugaba a esconderme de Christian pero siempre terminaba perdido.
Charles sonrió con el, no conocía mucho de su infancia pero supuso que fue igual o más difícil que la suya, pero que pudiera recordar cosas felices, era increíble.
Carlos lo tomo de la cintura para guiarlos dentro de la casa, caminaron por grandes pasillos, todos iguales de elegantes y a la vez muy acogedores.
La sorpresa fue cuando entraron a lo que Carlos le dijo que era la sala principal, estaban allí todos pero nadie estaba particularmente contento, todo lo contrario, estaba George con los ojos rojos y estaba un señor bajito abrazado de lo que Charles dedujo que es su esposo mientras lloraba.
El mismo señor bajito volteo a verlos y se lanzó a abrazar a Carlos.
- ¿Chris? ¿Que pasa?- Pregunto Carlos.
- Atacaron a Lance, le tendieron una emboscada, está grave.- Contesto el otro hombre que Charles pudo reconocer como "el abuelo".
- ¿Quién? - Pregunto Carlos con el ceño fruncido.
- Al parecer Jos Verstappen se unió a la mafia contraria y dió información, esto va a continuar.- Contesto Patricio.
- ¿Por qué está mierda no se me avisó antes?- Pregunto un Carlos con voz gélida, haciendo que por primera vez, Charles sintiera miedo.
- No es lugar para hablar de esto, Carlos.- Contesto el abuelo, señalando a George, su esposo y a Charles mismo.
Carlos asintió y camino hacia un lugar en la mansión con los demás siguiéndolo.
Charles al principio se sintió un poco fuera de lugar pero el señor Chris hizo lo posible por incluirlo en el lugar y hacerlo sentir cómodo.
- ¿Cómo está Lance?- Pregunto Charles, el sabía que los embarazos en hombres son más riesgos que en mujeres incluso llegando a poner en peligro la vida del gestante por lo que espera que el daño no sea tan grande.
- Mal, para empezar el se dió cuenta tarde del embarazo, el chico tenía ya cinco meses cuando se dió cuenta y entonces no se cuido este tiempo, no tomo vitaminas por lo cual el doctor le dijo que el bebé estaba débil, ahora tiene ocho meses pero aún es un embarazo de riesgo.- Contesto Chris casi al borde del llanto. - Lo más seguro es que nazca ahora pero será un bebé prematuro.
Charles solo pudo abrazarlo mientras las lágrimas aparecían también en sus ojos, no conocía mucho a Lance pero esto es algo que no le desea a nadie.
El día se fue volando, cuando Carlos salió del despacho ya era de noche por lo cual no irían a su cita.
Aunque eso fue lo último que le preocupaba a Charles cuando ví salir a un Carlos demasiado de malas y muy tenso.
Decidieron no quedarse a cenar con ellos y mejor fueron a su casa, Carlos solo se relajo cuando llegaron a casa y beso a Charles justo después de cerrar la puerta.
- Necesitaba esto.- Pronunció en un susurro mientras metía las manos debajo de la camisa de Charles y le dejaba besos en el cuello.
- Yo también.- Le contesto Charles mientras enredaba las manos en el cabello del contrario.- Pero no has comido nada, iré a cocinar algo.
Al final solo hizo una pasta sencilla, busco un buen vino, llevo uno de sus juegos favoritos y ambos pasaron una de las mejores noches de su vida junto al otro.
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