Capítulo 2-. Malas noticias

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Mi padre me dejó en la puerta de la escuela, baje no sin antes darle un beso en la mejilla y despedirme de el, justo al entrar me tope con Jonh, Jonh es mi mejor amigo desde que éramos pequeños, aún lo somos, mi padre dice que Jonh y yo estamos enamorados y que nosotros somos los único que no lo sabemos, evidentemente eso no es verdad, solo nos queremos como amigos.

-¡Hola, Venecia!

John me saludo con tal entusiasmo, como si no nos ubiesemos visto en años, apesar de ello corrí para abrazarlo.

-¡Hola! Jonh, que suerte que nos tocó la misma escuela, así no me sentiré tan sola y te haré el gran favor de comer contigo todos los días, igual como lo hacemos desde que éramos niños, en el jardín de infantes.

Jonh sonrió y me despeinó un poco, y camino delante mío, tan a prisa que no podía darle alcance.
Después de un largo y cuando digo largo, lo digo realmente, largo día de escuela, mi padre me esperaba a la salida y fuimos a comer a casa ya que por la tarde mi padre abría su librería.

-Hola ma, ya llegué, tengo muchas cosas que contar, los profesores como siempre, dejan un mundo de trabajo, por cierto... Por poco y no llego a tiempo, pero gracias a papá y el que manejará como si no hubiese un mañana, llegué a tiempo. Ma, no sabes a quien encontré en la entrada, a Jonh, lo sé es una suerte, así no estaré sola y tendré quien me ayude con los trabajos, solo bromeó ma, bueno má, irémos a comer, te quiero.

Mi padre tenía la comida lista, y comimos juntos, mis manos hacían figuras con las manos, intentaba que mi padre entendiera las referencias de todo lo que le contaba, el solo come en silencio y me observa y mi boca no para de hablar. Cuando terminamos, lavé los trastes, así es el trato, mi padre cocina, yo limpio, a mí me parece justo. Subí a mi habitación a dejar mi mochila, y baje de inmediato, mi padre debe estar ya en la librería. Así es, mi padre tiene una pequeña librería nuestra vida no es opulenta, pero es lo bastante buena gracias a este pequeño negocio familiar, mi padre me ha enseñado todo lo que tengo que saber respecto a la librería, por las mañanas voy a la escuela y por la tarde ayudo a mi padre con la librería y no es por alardear, pero soy bastante buena en ello. La tarde pasaba como todas, como siempre, algunas personas preguntando por un libro, por un autor, atendía a una chica en el mostrador y del otro lado vi a mi padre y lo que aprecia ser una pastilla en su mano, no es que me hubiese olvidado del estado de mi padre, pero sé que a el no le gusta ir al médico, digo... ¿a quien le gusta? aún qué... ahora no se trata de gustos o no, se trata de su salud, cuando despedí a la chica me acerque a mi padre y...

-Pa, vamos al médico, yo te acompañaré, no tienes por qué temer, recuerda que somos "nosotros dos contra el mundo"

-Está bien Venecia, iremos mañana, lo prometo, ahora ve a atender al chico que entro, ve

El día paso muy rápido, salí de la escuela y me dirigí con mi padre

- ¿Estás listo? ¿Pa¿

-Aún no Venecia, necesito hacer

No deje que mi padre terminara la oración, tome su mano y guarde todo lo que hacía que su atención se centrará en ello

-¡No! vamos ahora, lo prometiste

Tome las llaves del auto y salí

-¡Te espero afuera pa!

Vaya era la primera vez que hacía esto, salir y esperar a que mi padre me alcance a fuera, justo lo que el hace siempre
*Me siento tan poderosa*

A mi padre le tiemblan un poco las manos, puedo verlo

-Tranquilo pa, todo va a este bien, yo siempre estaré a tu lado, no importa lo que suceda

Al llegar al médico, espere a mi padre fuera, mientras lo consultaban, mis manos temblaban y sudaban al mismo tiempo, pensé en todos los escenarios posibles
- no era nada, mi padre estará bien
-tal vez solo es migraña
-solo es estrés
-tenia algo muy malo y moriría
Al decir verdad, el último de mis pensamientos, es el único que me asusta, minutos después mi padre me llamó al consultorio

Entre y saludé al doctor, y me senté al lado de mi padre

-Hola Venecia, quería comentar esto solo con tu padre pero el insistió en que entraras

-Doctor

Mi voz no se hizo esperar

-Bien, pues... Después de la revisión, de los síntomas y de todo lo que encontré, a la conclusión que llegué es que, necesito que se realice unos estudios

Mi padre y yo teníamos las manos entrelazadas, yo apretaba la suya con fuerza

-Pero...¿Por qué? ¿Que fue lo que encontró?

Pregunte de inmediato

-No es que haya encontrado algo y tampoco quiero adelantarme, es mejor esperar los resultados de los exámenes

-Esta bien doctor, como ustedes diga, volveremos cuando tenga los resultados

En esa misma clínica mi padre se realizo los exámenes y los resultados, estarán listos en dos días
Dos días después, que por cierto fueron los más largos de mi vida, por fin sabremos la verdad, después de la escuela y cerrar la biblioteca, mi padre y yo nos dirigimos de nuevo con el médico, tengo esa extraña sensación de querer saber que es lo que sucede, pero a la vez tengo miedo, ¿Se han sentido así alguna vez?

Llegamos y mi padre estacionó y unos minutos después, aún ninguno bajaba del auto y todo estaba en silencio tal vez... Era el mal presentimiento de lo que nos esperaba más adelante

-¿Listo pa? 

Le pregunté para romper el hielo

-Si Venecia, listo

Llegamos un poco tarde a la cita, y de inmediato la asistente del doctor nos hizo pasar a su consultorio

-Señor Sumettikul, señorita Venecia, buena tarde, tomen asiento 

El médico, abrió el sobre con los exámenes y los miraba fijamente, sin expresión alguna

-Señor Sumettikul,"tengo malas noticias" Lo que temí, tiene cáncer, para ser más específico tiene un tumor el el cerebro y este es inoperable

-Mi padre apretaba mi mano, igual que antes, cuando era una niña y le temía a las películas de terror o al monstruo que vivía debajo de mi cama, es solo que está vez... no sé si apretaba mi mano, por mi miedo o por el suyo.




Nota del autor:
Solo puedo decirles que preparen sus pañuelos y nos tomemos fuerte de la mano, al igual que Bible y Venecia




"Nosotros dos contra el mundo" (JesBible)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora