Danzando entre las flores [satosugu]

05

Hitomi se encontraba en una situación muy incomoda. Esa mañana acompaño a Satoru a misa, y claro que las viejas tuvieron que rodeará y llenarla de preguntas y amenazas escondidas de "halagos"

-satoru nos espera ¡vamos! -shoko la termino jalando fuera de aquellas víboras

-gracias por salvarme

-no quiero que satoru se quede viudo antes de la boda- se tomaron de los brazos para entrar a la iglesia, sentándose al lado de los dos hombres, uno de ellos se notaba notablemente inquieto, incluso mas que la misma Hitomi, esta misma notando la mirada de Suguru quería preguntarle que había o que estaba pasado pero la llegada del padre había interrumpido su intensión de empezar con una conversación con Suguru

La poca atención que le daba a la misa solo la usaba para levantarse cuando el padre lo decía, de ahí todo se iba a los susurras que compartía con su pareja intentado no reír, aun así recibían las miradas pasivo- agresivas de las personas a su al rededor, pero poco le podía importar

-te miraban como si fueras una asesina

-estoy acostumbrada que lo hagan- Hitomi había estado preparando un pequeño refrigerio mientras que Suguru había entrado a la cocina para recoger unas sillas que se colocarían en el jardín

-¿tanto así?

-no toleran a las personas con un pensamiento diferente, es de familia -Suguru la volteo a ver intrigado. -¿Quieres saber? Satoru ya sabe

-dime - dejo la silla que iba a llevar al jardín para poder sentarse

-cuando era pequeña incluso al ser criada en una familia tradicional no éramos tan apegados a la religión, ni siquiera íbamos a misa, también al ser mitad asiáticos hacían que las miradas se dirigían siempre a nosotros -dejo la tetera con el la mesa otra sentarse frente a Suguru -mis abuelos por parte de mi padre son originarios de Corea e inmigraron a Estados Unidos, la distribución no se hacía esperar, con mi papá y conmigo era igual

-¿debió a ver sido difícil para no? Juzgan a las personas solo por su etnia o su país de origen, como si fueran seres de otro mundo

-lo se... además de eso mi familia no seguía el rebaño... mientras que las personas que vivían en la misma colonia se dejaban influenciar sobre lo que decían los medios o los chismes, nosotros siempre nos alejamos de eso, por lo que siempre fuimos señalados y juzgado -se quedó callada por un rato siendo seguida por la mirada del de ojos violetas .- es doloroso pero ya me acostumbré

Alzó sus hombros, restando importancia a lo que acaba de contar, como si todo eso fuera normal, pero desgraciadamente, para muchas personas lo era

-bueno, vamos que nos están esperando- aplaudió una sola vez para levantarse, tomar la limonada y las galletas y con la cabeza darle una señal a Suguru para que también se levante. dirigiéndose al jardín trasero se dieron cuenta de que satoru intentaba sintonizar la radio, querían ver la televisión pero el calor que hacia dentro de la casa los orillaba a tomar el refrigerio al aire libre - por cierto, te veías muy inquieto en la misa ¿Qué paso?

-nada personal, solo no me gusta ir

-¿y porque vas?

-mis padres eran muy devotos, no quiero que hablen de mi o de lo que me enseñaron mis padres - Hitomi por las que ella digiera que no se debería de preocupar por lo que digan de uno, podía entender el miedo que provocaba tener todas las miradas encima de ti, personas que atacan a los demás por no seguir sus mismas creencias descalificándolos como sus enemigos al no pensar igual -¿algún día se podrá vivir sin miedo o siempre seremos juzgados por todo lo que hagamos?