Capitulo 14: El cuarto de máquinas

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La luz parpadeante de la linterna reveló las enormes máquinas que se alzaban frente al trío de amigos. El humo azul envolvía el ambiente, creando una atmósfera aún más inquietante.

Gerald, Mateo y Chris intercambiaron miradas nerviosas, conscientes de que enfrentaban un nuevo desafío. Se acercaron con cautela a las imponentes máquinas, tratando de entender su propósito.

De repente, el narrador reapareció en una pantalla holográfica cerca de las máquinas.

"¿Pensaron que podían escapar tan fácilmente?" la voz encapuchada resonó en el oscuro laboratorio. "Están atrapados en mi mundo, y estas máquinas son la clave de su destino".

Los amigos intercambiaron miradas determinadas. Sabían que debían descubrir el propósito de esas máquinas y encontrar una manera de liberar a su amigo atrapado. Chris, aún sosteniendo el tubo, se acercó a una consola parpadeante.

"¡Cuidado, Chris!" exclamó Mateo, pero el chico estaba decidido a descifrar el funcionamiento de la máquina.

Al tocar la consola, un holograma de información se desplegó ante ellos. Descubrieron que las máquinas estaban conectadas hacia el sitio donde estaba Luuk. La tarea ahora era desactivar las máquinas sin desencadenar un evento catastrófico.

Gerald, con su mente analítica, comenzó a idear un plan para neutralizar las máquinas. Mateo, con la linterna en mano, iluminaba la consola mientras Chris intentaba descifrar los controles.

De repente, el humo azul se intensificó, dificultando la visión de los amigos. La tensión aumentó cuando escucharon ruidos mecánicos provenientes de las máquinas.

"¡Rápido, tenemos que apurarnos!" exclamó Gerald, sintiendo la urgencia de la situación.

Con habilidad y coordinación, lograron desactivar una de las máquinas. Sin embargo, el narrador no se lo pondría fácil. Desde la pantalla holográfica, advirtió: "Creen que pueden desafiar mi narrativa, pero no entenderán las consecuencias".

Las máquinas restantes comenzaron a reaccionar de manera impredecible. Chispas eléctricas saltaban, y el humo azul se volvía más denso. El trío de amigos se enfrentaba a un desafío que pondría a prueba su ingenio y valentía.

La linterna parpadeaba, revelando a duras penas las complicadas consolas de las máquinas. La voz del narrador resonaba en el laboratorio, advirtiendo sobre las consecuencias de sus acciones.

El negocio de las pesadillas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora