-Yeiii- nat movió los pompones- ganamos tres a una.
-Siii- fingí alegría.
-Hey qué pasa, estas medio rara. Después del gol de Darek no dijiste palabra alguna.
-No es nada, solo que no quería que anotara ese punto, ya sabes.
-Mmm estás muy sospechosa.
-Para nada- fingí una sonrisa y me alejé.
-¿A dónde vas?
-Tengo que cambiarme, juego dentro de poco.
-Alana- gritó.
Y sin hacerle caso subí hasta el último piso con rumbo a los sanitarios, no iba a canbiarme, solo necesitaba estar sola.
Una vez ahi me mojé la cara y ne mire en el espejo, por alguna razón me sentía rara, una extraña electricidad recorría por todo mi cuerpo, pero no podía descifrar el por qué.Tratando de controlar lo que sentía, las vibraciones de mi celular se hicieron presente.
-Daniel- susurré. Dudando un poco contesté.
-Hola Alana.
-Daniel.
-¿Cómo estas?
-Pues bien, supongo.
-Lo siento- soltó aire- no quería que te molestaras.
-Pues eso fue lo que conseguiste.
-Alana- su voz se puso más sería- No sé a donde estamos yendo con esto, no sé si lo que estamos haciendo está bien o si nuestra situación mejorará.
-¿A que quieres llegar con eso?
-Lo que quiero decir es que esto no está funcionando, la distancia esta ganándonos.
Al escuchar esas palabras sentí como si miles de cuchillas atravesaran todo mi cuerpo.
-¿Alana estás ahí?
-Si, opino lo mismo- dije con un nudo en la garganta.
-Me alegra que pensemos igual. Así ambos estaremos conformes
¿Conformes? Quien dijo que yo estaba conforme, solo me llamaba y proponía terminar la relación. ¿Qué es lo que debía hacer? ¿Retenerlo? Cuando el ya había pensado en dejar todo atrás.
-Te amo Alana, pero lo mejor para ambos es dejarnos ir y dejar esto en buenos términos.
-Perfecto.
-Entonces ¿todo bien?
-Sabes, me alegra que tu lo dijeras, la verdad yo no tenía el valor de hacerlo. Gracias por quitarne un peso de encima.
-¿Qué?- dijo desconcertado, le había dado en el ego.
No deje que hablara y colgué la llamada.
Todo habia sido tan brusco, tan rápido, tan repentino.
Dejé mis cosas en el piso y traté de analizar la situación, no me salía ni una sola lágrima, solo sentía un dolorcito en el pecho.
La respiración comenzaba a faltarme, mis manos comenzaban a enfriarse y esa electricidad que sentí en un principio seguía presente. Me quedé sentada en el piso un tiempo abrazando mis piernas y me puse a pensar en varias cosas.
¿Qué fue lo que pasó? ¿Qué hice mal?
-Alana- Isa tocó la puerta la puerta- ¿estás ahí?
Me levanté rápidamente y abri la puerta.
-Hubo cambio de planes- dijo con la respiración agitada- acaban de suspender el partido que iba antes del suyo, así si que nuestro equipo jugará en menos de cinco minutos- tomó un poco de aire.
-Está bien, me cambio en un momento.
-Okay, te espero.
Traté de cambiarme lo mas rápido que pude, pero las palabras que Daniel había dicho retumbaban mi cabeza.
Cinco malditos años tuvieron que transcurrir para que por fin seamos algo y cuando por fin lo habíamos conseguido él solo decidió hechar todo a la borda.
Era raro decirlo, pero me enamoré profundamente de Daniel cuando apenas era una adolescente y el no poder estar junto a él, me había dejado secuelas emocionales. A veces me pregunto que hubiera pasado si nunca lo hubiera conocido, probablemente jamás hubiera entablado conversación alguna con Darek y si no hubiera hablado con Darek no hubiera vuelto a ver a Daniel. Todo era tan confuso. Quizá era mi efecto mariposa.
No entendía como había llegado a esta situación ¿qué fue lo que hice mal?
-¿Qué hice mal?- susurré tratando de recordar que evento me trajo hasta donde estoy ahora.
-Siento que se parece a Daniel- dije dando un bocado a mi hamburguesa.
-¿Quién Darek?- Nat lo miró- ¿estás segura?
-De alguna manera siento que se parecen.
-Sin duda estás mal ¿no tienes fiebre?- tocó mi frente.
-No- reí.
-Yo creo que son alucinaciones tuyas Alana, Daniel no se parece en nada a Darek.
¿Estaba volviéndome loca? ¿el efecto Daniel se había apoderaod de mi?
-Quizá- comió una papa- estes asociando el que de Daniel estudió aquí- comió otra papa- y el gusto que tienes por Darek. Dos cosas muy distintas, pero que de alguna manera quieres relacionarlas. Porque créeme no se parecen en nada- volvió a comer otra papa- es hora de dejar ir a Daniel.
-¿Ya estas lista?- Isa tocó la puerta.
-Si- abrí la misma y nos dirigimos al coliseo.
Entré un poco desorientada ya había mucha gente.
-Jugadores al campo de juego- dijo el árbitro.
Me puse las rodilleras con dificultad y entre tambaleando, nos dimos la vuelta como era de costumbre y trate de buscar a Darek, no sabía por que lo hice, solo fue algo inconsciente.
El silbato sonó indicando que el juego había empezado, el equipo contrario sacó el balón, este venía directo a mi y lo recepcioné.
-Mira, Darek parece un buen chico, es simpático, hace deporte, es estudioso, mmm pues algo más debe tener ¿no crees? Se que quieres intentar algo con él- se acercó a mi es obvio.
-Alana- gritaron mi nombre, el balón paso en camara lenta por mi lado, corrí lo más rápido que pude para poder salvado, pero no lo logré y caí al piso, mientras el otro equipo festejaba el punto.
El resto del partido siguió de mal en peor, habíamos perdido un set y estábamos con 2 puntos en contra en el segundo.
El árbitro tocó el silbato e inmediatamente me llamaron.
-Si qué sucede- pregunté.
-Harán un cambio- dijo este.
Mi compañera entró reemplazando mi puesto en el equipo, así que fui a sentarme. El entrenador vino donde mi, "bien hecho" dijo tocándome el hombro
Pero sabía que era mentira, era obvio que me había sacado porque estaba jugando mal, pero no lo culpaba, mi cabeza estaba en otra sintonía.
Tome mis cosas y caminé con dirección a los vestuarios.
-Alana ¿Qué pasó? - Isa llegó corriendo- ¿todo bien?
Negué con la cabeza
-¿Es Darek?
-No Nat
-¿Segura?
-Si
-Sabes que puedes confiar en mi.
Bote las cosas al piso y la abracé- lo sé, gracias- derramé una lágrima y me separe de ella- créeme que lo sé.
Nada había salido bien, habían terminado conmigo, me sacaron del partido ¿qué más faltaba?
