¿Niñera?

Episodio IV

-Ya llegamos nana —dijeron entrando tres niños a la casa— oh tu eres nuevo ¿verdad? —al ver al nuevo individuo en la casa.

-Si así es jóvenes maestros —respondio la anciana— el es su nueva niñera.

-¿Niñera? —confundido el de cabello blanco— pero si la anterior renuncio hace dos semanas.

-Me pregunto por culpa de quienes fue —con una sonrisa— lamentablemente su madre les dejo una orden.

-¿Una orden? —esta vez hablo la niña.

-Si asi es, dijo que no queria que le volvieran a jugar algun tipo de broma a la niñera o el castigo que les va a poner va a ser peor que el de la vez pasada.

-Si entendimos —avergonzados— ¿y como te llamas?.

-Oda Sakunosuke —respondio el de cabellos rojos— sere su niñera a partir de hoy —acercandose un poco a ellos

-Un gusto conocerlo soy Atsushi, el es mi hermano Ryunosuke y mi hermana Gin —emocionado el albino— Oda_san.

-Un gusto —dijieron los otros pequeños— Oda_san.

-No parece un mal tipo —rodeandolo— parece que es agradable y ademas que es  un alfa igual que Gin y yo —emocionado— todas nuestras niñeras han sido mujeres betas y realmente eran aburridas.

-Pero si es un alfa es mas facil que el se interese en mamá —molesto el unico omega en la habitacion.

-No se preocupe por eso joven maestro —dijo la anciana— su madre esta mas ocupado con su trabajo y ustedes que no tiene tiempo para poder interesarse en alguien mas aparte de su padre.

-Oh cierto este fin de semana lo pasaremos con papá —emocionado el peliblanco— asi que hay que prepararnos.

-Para que —molesta la unica hermana— para que ocurra lo de la ultima vez que nos deje esperando, si quieren vayan ustedes yo me quedo —para irse a su habitacion— no quiero ver que papá no cumpla su promesa nuevamente.

-Oye Gin —los dos hermanos se fueron detras de la pelinegra— espera.

-¿No es por ser metido o algo?  —viendo a la anciana— ¿que fue lo que sucedio?

-Es una historia algo vieja —viendo a las escaleras— preparare te para contarte —iendo en direccion para la cocina— ven sera largo.

La conversacion duro unos 40 minutos, Oda comprendio lo que ocurria con los pequeños ya sabia algo mas para poder cuidar a las pequeñas crias que para eso habia sido comprado.

Esta vez no fue una promesa vacia, realmente Kunikida volvio a aquel lugar que alguna vez vivio y que el cual habia visto crecer hasta una determinada edad a sus bebes, se sorprendio al ver que su ex-esposo aun seguia sin querer tener un alfa por su trabajo, aunque de alguna manera sintio celos cuando vio a un alfa de cabellos rojos cuidando a sus pequeños, el rubio solo los vio y les hablo, dos de sus hijos se alegraron al ver a su padre al contrario de la niña que estaba enojada pero aun asi los tres se fueron con su padre.

-Bueno ya que los maestros se fueron con su padre y regresan hasta el lunes —sugieriendo— le gustaria acompañarme a hacer algunas compras y comprar ropa para usted.

-¿Ropa para mi? —nervioso— el señor no se enojar.... —sintio un pequeño golpe en su nariz— eso dolio.

-No se enojara —enojada— ya le eh dicho usted vino aca para cuidar a los jovenes maestros y no a ser utilizado como un juguete sexual —seria— asi que usted es un ser humano no un simple objeto —con una sonrisa— asi que acompañeme.

El alfa se sorprendio y con una sonrisa asintio a la peticion, los dos fueron a comprar algunas cosas que hacian falta en el hogar, y tambien ropa para el pelirrojo.

Seis meses pasaron desde que aquel alfa llego al hogar del omega como niñera de sus hijos, durante ese periodo se memorizo la rutina del castaño, siempre salia temprano y regresaba tarde de trabajar y los dias que se quedaba en casa de alguna manera buscaba estar lejos del alfa para no hacerlo sentir incomodo.

-Señor —entrando a la oficina pequeña que el omega tenia en la residencia— ¿disculpe los niños preguntaron si va a cenar con ellos?.

-Pense que tu cenarías con ellos —confundido— por eso no fui.

-Señor si le incomoda mi presencia —haciendo una reverencia— puede regresarme a la casa de ventas.

-No es eso —masajeandose la cien— solo es que no quiero que te sientas incomodo, ya que ahí adentro sufriste de abusos de omegas —con una sonrisa— por eso no quiero estar cerca de ti para que te sientas seguro y cuando ya estés listo me acercare a ti o voy a esperar a que te sientas cómodo en mi presencia.

-¿Lo sabia? —sorprendido.

-Mi secretario es una persona demasiada desconfiada —resopla con simpleza— y averiguo todo de ti —nervioso— pero no leí tu historial hasta el mes que llegaste aquí —lo mira— pero no pienses que lo hice porque desconfiaba de ti, solo es que quería saber mas de ti para que te sintieras como si fueras parte de la familia.

-Je..

-Osamu —con una sonrisa— llámame así.

-Bueno Osamu —nervioso— vamos a comer juntos entonces —extendiéndole la mano— los niños quieren que todos comamos juntos, incluida la abuela.

-Vamos entonces —aceptándole la mano— comamos juntos Odasaku —con una sonrisa.

Los se retiraron juntos de la oficina para dirigirse al comedor de la residencia, los niños se emcionaron cuando vieron que su niñera y su mamá estaban agarrados de las manos, cuando los dos individuos se dieron cuenta un pequeño sonrojo y se soltaron rapidamente las manos al escuchar las pequeñas carcajadas de los demas integrantes de la mesa.

continuara...............