-¡Mamá, Papá!—asustado—¡Por favor no lo hagan!—un pequeño pelirrojo estaba más que asustado cuando sus padres lo vendieron a unos traficantes de personas.
Los padres ni siquiera escucharon a su hijo, solo tomaron el dinero que esas personas le ofrecieron y le entregaron a su hijo mayor, ellos ni siquiera sintieron algún remordimiento al dejarlo solo, esas personas solo se fueron con su hermana la pequeña la cual era la única que se preocupaba por su hermano y le prometío que una vez que ya estuviera grande y se pudiera defender por si sola lo buscaría hasta encontrarlo.
Los padres de Oda eran personas adictas al juego y que se casaron por obligación ya que metieron la pata, y de ese desliz nació Oda, el nunca fue un niño amado por sus progenitores, pero aún así nunca le faltó nada material, los padres empezaron a tener deudas por los malditos juegos y comenzaron a pedir dinero prestado, tanto se les fue acumulando después que nació la segunda hija, a la pequeña le tocó pasar lo mismo que le pasó a su hermano mayor pero está vez Oda la cuidaba le daba el amor que el nunca tuvo de sus progenitores, los prestamistas empezaron a llegar al hogar, los padres sabían de los traficantes de personas que buscaban niños alfas para educarlos y así que ellos pudieran serviles a los omegas, los padres consultaron con estos y le preguntaron cuanto les daban por su hijo, la suma de dinero que les ofrecieron fue increíblemente alta, con eso podrían pagar todas las deudas que tenían y ni siquiera lo pensaron dos veces para hacer tal atrocidad.
Lucy la pequeña hermana de Oda estaba súper enojada con sus padres, pero aún no podía hacer nada que iba a lograr una niña de apenas seis años que miraba como figura paterna a su hermano mayor de 13 años, solo le tocaba esperar a crecer una vez que cumpliera la mayoría de edad se juro a su misma salir de esa casa y buscar a su hermano.
Oda fue llevado a un lugar realmente horrible, y vio que habían más niños casi de su misma edad,otros menores y otro mayores que el.
Cada día fue una tortura a todos los alfas les enseñaban como poder servir bien a un omega y a los omegas como servir a un alfa, prácticamente los estaban criando para que en un futuro se convirtieran en juguetes sexuales o mascotas de los amos que los compraran, era caso imposible salir de ese lugar ya que varios lo habían intentado pero lamentablemente fracasaron y para darle miedo a los demás los torturaban frente a los ojos de los demás para advertirles que si ellos lo hacían pasarían lo mismo.
Oda mientras crecía solo quería ser libre para poder estar con su hermana, sabía muy bien que cuando cumpla 25 años sería subastado para que cualquier omega o alfa lo comprará para su propio placer, ahí dentro fue abusado en varias ocasiones por omegas que eran mayores que el, Oda no podía hacer nada o refutar palabra ya que lo castigaban o lo dejaban sin comer durante toda una semana.
Oda soporto ese infierno durante doce años, casi 10 años sufriendo de abuso sexual pero por fin había llegado el día que le tocaba ser subastado a el, ya ni siquiera le interesaba quien lo comprará o lo que hicieran con el, solo esperaba que a su hermana pequeña no estuviera pasando lo mismo que estaba pasando.
En otra parte se encontraba un omega castaño que ya había dormido a sus pequeños pero definitivamente necesitaba algo de ayuda extra, la niñera anterior había renunciado según por qué no podía poner en riesgo su vida por qué ella estaba cuidando a los hijos de un mafioso, y también por robo.
-Nesecito ayuda —revolviendose el cabello— si tan solo pudiera encontrar a una niñera para que cuide a mis hijos sin necesidad de que renuncie siempre.
Luego recordó que mañana en la noche había una subasta de mercancía nueva de parte de una organización que la mafia buscaba hace tiempo, si comprará a alguien de ese lugar no se preocuparía que esa persona renunciará ya que estaría bajo su dominio, por qué según había escuchado que estás personas eran entrenadas para obedecer en todo a sus amos, pero le daba cosita hacer eso, por mucho que el fuera jefe de la misma mafia hasta a él le resultaba repugnante eso, pero tenía otra opción pues no la tenia era eso o le tocaba llevar a sus pequeños a su trabajo y eso no era buena idea, ya que no deseaba que sus hijos mirarán lo que el hacia comúnmente dentro de su trabajo, estaría dispuesto a pagar lo que sea con tal de conseguir a una niñera confiable para sus pequeños retoños.
Al día siguiente le escribió a sus padres para ver si estos podían cuidar de sus nietos esa noche ya que el tenía cosas pendientes que hacer esa noche, Mori y Osaki con gran emoción aceptaron ni siquiera protestaron al pedido de pequeño hijo.
Dazai esa noche consiguió una máscara y una capucha para ponérsela, sería muy vergonzoso si se viera al jefe de la mafia en esa situación si credibilidad se iría por la tubería si se enterarán, afortunadamente llegó al lugar y vio que era bastante elegante para ser un simple club de subastas, pasaron varias personas tanto alfas como omegas pero ninguno le llamo la atención hasta que vio que pasó un alfa su color de cabello era rojo, sus ojos color azul a pesar de que estaban apagados se podía sentir una calidez,confianza y como un grito de ayuda que era tan fuerte que al castaño le dió un dolor en su pecho, todos empezaron a ofrecer algunos eran altos pero el castaño quería que ese alfa fuera el que cuidara a sus pequeños hijos.
-¡¡DOS MIL MILLONES DE YENES!!—dijo confiado con una sonrisa.
-Tenemos a un ganador —dijo la que estaba subastando ya que esa era la cantidad más fuerte de dinero que habían ofrecido durante toda la noche— le aseguro que no se arrepentirá de su elección.
Continuara......
inexistente-chan
Kurumi513
Ustedes que dicen, cuando Oda se entere de esta historia podre sobrevivir

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¿Niñera?
Fiksi PenggemarOda Sakunosuke un alfa que desde pequeño sus padres lo vendieron a unos traficantes de personas, lo entrenaron para poder servir a los omegas ya que está era la jerarquía más alta dependiendo de su estatus social, aunque también en esa organización...