Sweet Victory Σ[BNHA]

Cap 40

Primero Que Nada Quiero
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Que Estado Votando Y Comentando La Historia ❤️

Ya Se La Saben, Si Quieren
Un Saludo En El Próximo
Capítulo Escribanlo En
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AHORA SÍ, SIN MAS PREÁMBULO COMENCEMOS

NARRA NARRADORA

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En la espaciosa y luminosa sala de la mansión, una pequeña niña de 3 años, de cabellos oscuros como la noche jugaba con sus muñecas. Sus risas llenaban el aire mientras sus guardaespaldas, la vigilaban con mirada firme pero afectuosa. La pequeña, ajena a cualquier peligro, vivía cada momento en un mundo de fantasía y juegos.

Pero todo cambio cuando el sonido ensordecedor de disparos resonó desde el exterior, rompiendo cualquier tranquilidad.

━━ ¡Aseguren todas las entradas y salidas! ¡Tenemos intrusos!

Los guardaespaldas, reaccionaron de inmediato, acatando las órdenes de su líder.

━━ ¡Tomen a la señorita, y llevensela de aquí!

Uno de ellos corrió hacia la pequeña, levantándola en sus brazos con suavidad pero con urgencia. La pequeña se aferró a su peluche favorito mientras era llevada a un lugar seguro.

Los demás guardaespaldas aseguraron todas las entradas, manteniendo una mirada vigilante hacia las ventanas. Sabían que los atacantes estaban allí por la pequeña, y su misión principal era protegerla a toda costa.

Con pasos firmes y calculados, un grupo de guarda espaldas se movilizaron rápidamente por la casa, alejando a la pequeña del peligro inminente y buscando un refugio seguro donde pudieran resguardar su inocencia del caos que se desataba fuera; y que pronto se desataría dentro de esas paredes.

Mientras los guardaespaldas se desplazaban por los corredores de la mansión, el sonido de los disparos se hacía cada vez más cercano y ensordecedor, habían logrado entrar a la mansión.

La niña, se aferraba con fuerza a su peluche, debido al miedo que le producía el sonido de los disparos. Sus grandes ojos azules mostraban un atisbo de miedo, pero confiaba en sus protectores.

━━ Qui-quiero a mi papá ━━ hablo la menor al borde del llanto

Los hombres la llevaron rápidamente a una de las salidas traseras de la mansión, que era precisamente para emergencias como esta. Uno de los guardaespaldas cerró la puerta detrás de ellos, mientras el otro se arrodillaba frente a la niña para tranquilizarla.