II

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Algo que disfruto de hacer es caminar por la noche. Yokohama es tan brillante con el cielo nocturno y la luna se torna casi de un color azul, haciendo que la marea fluya.

Es realmente un hermoso espectáculo.

Cuando cae la noche, las personas son más atrevidas y expresivas. Puedes ver parejas tomadas de la mano, dándose un suave beso o cualquier tipo de expresión física.

A pesar de eso, lo que menos observo son los abrazos.

¿Por qué las personas le temen a ello?


+++


Cuando me dirijo de regreso a los departamentos de la mafia, puedo distinguir un ligero aroma a cigarro y en la lejanía visualizo una cabellera pelirroja con sombrero.

Al parecer, Chuuya se dirige a una misión.

—¿Por qué tengo que toparme contigo?— inquirió Dazai con un tono de molestia fingida.

—¿Ah?, ¿de qué hablas idiota? Puedes largarte a otro lugar — respondió Chuuya con el mismo tono.

—Por supuesto que no, se supone que los perros tienen que obedecer a sus dueños, por lo tanto, tú deberías irte—

— A quién llamas perro, desperdicio de vendajes —expreso con molestia el pelirrojo. Iniciando nuevamente una guerra de insultos.

Las peleas de aquellos dos hombres eran tan normales, lanzaban insultos para molestarse el uno al otro, pero ninguno se atrevía a sobrepasarse con sus palabras. Los dos conocían las debilidades del otro y por lo mismo sabían hasta cuando tenían que parar.

Cuando ya no había más que decir, solamente se quedan en silencio, acompañándose el uno al otro para no sentirse solos.

Justo como ahora...

—Chuuya, ¿puedo hacerte una pregunta?—exclamó el suicida cuando pasaron unos minutos en silencio.

—¿Cuál es?—

—¿Por qué la gente le tiene miedo a los abrazos?—

— ¿Qué?— inquirió el ojiazul sin entender el contexto de la pregunta.

—Si lo vemos de una forma lógica, algunas personas dan besos y caricias de forma sencilla. También se toman de las manos con algo de temor, pero es algo a lo que se pueden acostumbrar con facilidad. En cambio, los abrazos casi nadie los da, es como si se enfrentaran a algo desconocido —

—Entonces, ¿por qué la gente se asusta por ello? — mencionó Dazai observando a su compañero.

En la mente del Chuuya era algo confuso, la verdad es que no tenía una respuesta. Naturalmente, ha dado muchos abrazos. Recuerda que cuando estaba en "The Sheeps" solía abrasarse con sus compañeros cada vez que derrotaban a alguien o cuando encontraban suministros u objetos de valor.

Incluso llegó a abrazar a "The Flags" cada vez que jugaban al villar o cuando solamente querían hacerlo para sentirse más unidos.

—Creo que la verdadera pregunta sería el porqué estás interesado en ese tema. ¿Acaso piensas abrazar a alguien?—declaró el mafioso con burla.

—Sí, la verdad es que he estado pensando en eso, aunque ha sido bastante complicado. Nunca lo he hecho por voluntad propia y no puedo recordar cuándo fue la última vez que me hayan abrazado —afirmó Dazai levantando los hombros.

—Haces que sienta lástima por ti — expresó su compañero de crímenes con una cara de asco y disgusto.

—Nunca te pedí que lo hicieras— mencioné despreocupado, solando un suspiro cansado.

El sosiego nuevamente se prolongó junto con un frío viento estremecedor, que fue silenciado cuando un auto negro templado se estacionó unos metros atrás de los jóvenes.

— Creo que esa es mi señal para retirarme, espero que te rompas una pierna en tu misión, Chuuya~— finalizó la conversación el castaño dándole la espalda al mafioso.

El pelirrojo miró dudoso al sujeto que tenía enfrente. Tal vez estaba por sugerirle algo tonto donde hay una gran posibilidad de que el castaño se burle. Su instinto le decía que diera el tema por finalizado, pero quizás quería intentar algo; sin embargo, nada salió de sus labios y vio al hombre más alto irse cada vez más lejos.

Justo como un abrazo de despedida, donde solo hay una partida y un individuo se lleva una diminuta parte de nosotros.

Abrazo (Soukoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora