Ellos son los amigos de los protagonistas. Los espectadores principales.
Los personajes secundarios.
Siempre están para lo que ellos necesiten, incluso en los malos momentos, incluso si ello no es su obligación.
Pero no se quejan, después de todo...
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"Ya, ya, tranquilo." Acariciaba su espalda en círculos mientras le ofrecía papel.
"¡Es que no lo entiendo, Roier! ¡Le di todo lo que podía ofrecer! ¿¡Por qué me engañó!?" Lloriqueaba Mariana. "¿No fui suficiente para él?"
"¡No digas eso, princesa!" Lo reproché. "Eres a toda madre, mi rey, que nadie te diga lo contrario." Sorbió con su nariz. "Él es un pendejo por no ver lo increíble que eres, si te engañó fue porque es alguien que no conoce lo que es el... oro puro aunque se lo pongan en frente." Traté de consolarlo. Él me regaló una sonrisa tierna que me alegró. Nuestro 'momento' fue interrumpido por el toque de mi puerta.
Me levanté del sillón y abrí la puerta. Grande fue mi sorpresa al toparme de frente con Charlie y Cellbit detrás suyo.
"Roier! Please, let me see-!" No lo dejé terminar, pues azoté la puerta en su cara.
"¿Quién era?" Preguntó Mariana secándose las lágrimas.
"¡Nadie!" Respondí rápidamente, buscando algo con qué distraerlo. "¿Por qué no vas a darte un baño y te arreglas para salir? Yo... invito los tacos." Sugerí de forma desesperada.
Me miró extrañado, pero asintió. Una vez que estuvo fuera de mi vista, me dirigí a la entrada. Me acerqué a la puerta, pegando una de mis orejas para tratar de escuchar cualquier cosa afuera.
Podía oír la voz de Cellbit perfectamente, pero se superponían algunos quejidos lastimeros que, suponía, eran de Charlie.
Suspiré dubitativo, pero decidí abrir la puerta, lo suficiente para que saliera, cerrando la misma tras de mí.
"¿Qué haces aquí?" Me dirigí a Charlie, el cual se encogió por el tono y semblante que había adoptado. Cellbit se interpuso, por lo que mi atención se enfocó en él.
"Quiere arreglar las cosas con Mariana." Declaró y yo bufé.
"No hablará con él. Di lo mejor de mi para consolarlo por horas y al fin me escuchó, no dejaré que sufra por tu amiguito." Fruncí el ceño, pero Cellbit seguía tranquilo.
"It was a misunderstanding!" Se quejó Charlie y yo lo fulminé con la mirada.
"¿Que te viera coger con alguien más es un malentendido?" Cuestioné sin esperar una respuesta.
"What!? I didn't-." La puerta tras de mí se abrió, dándose a notar Mariana, el cual me movió con su mano, dejándome a un lado de Cellbit. "My love..."
"Nada de 'my love' ni qué chingados, cabrón." Habló con evidente molestia. "¿Por qué estás aquí?" Dijo entre lágrimas.
Cellbit y yo vimos entre ambos, se notaba una tensión casi palpable que nos hizo callar, esperando casi ansiosos lo siguiente.
