¡Que comience el show! (Oswald)

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-¡Ya está lista la grabación, doctor!

La voz emocionada de Charlotte me sacó de mi ensimismamiento, saco la cabeza de entre las manos y me palpo el pecho aún con esa desagradable sensación apartando el marco roto de una fotografía. El soma no funcionó esta vez, no encuentro el error de formulación ni la razón por la que a veces funcionan y a veces no, como quiera que sea, le dirijo a Charlotte una sonrisa entusiasmada como respuesta.

- ¡Atención! La misión "Payaso de rodeo" ya fue concluida. La indicación es que se dirijan a la pantalla más cercana. - Reverbera la voz de Charlotte como si miles de Charlottes hablaran al unísono y su voz se queda retumbando en mi cabeza, aun así conservo la expresión satisfecha.

En la pantalla de vigilancia, Irys, se levanta de la cama confusa y dirige la mirada a la pantalla de su recámara, no parece hipnotizada, su carácter es fuerte, es hora de comprobar que tan fuerte puede ser después de lo que sigue.

En la pantalla aparece el joven Jimmy, con cara de dos años más joven gracias al maquillaje y los efectos de video, camina entre arbustos espinosos en una parte desconocida del bosque, en las sombras con un atuendo modesto, mi supuesto jefe lo espera.

-Gracias Jimmy, de verdad agradezco lo que haces, en determinado momento las personas te verán como un héroe.

Jimmy le entrega un maletín a Odiseo, el CEO de la farmacéutica donde la revolución comenzó.

-Gracias, eso que tiene ahí son las armas biológicas que Midna estuvo desarrollando, según la señorita Samantha, son bacterias que propician explosiones para generar gases de mercurio, sulfuro de hidrógeno y algo de Cianuro, eran su as bajo la manga.

Hace dos años, el ejército neutralizó el ataque de los rebeldes con bombas biológicas, según espías nadie supo como obtuvimos la información, lo cierto es que hay una aliada poderosa infiltrada en el equipo de Midna, la misma que ayudó en su diseño los echó de cabeza.

-Excelente, gracias. Vuelva con cuidado, teniente, mantenga su posición.

La grabación termina con un grito y uno de los antiguos rehenes viéndose arrastrado por los soldados a la disposición de la corporación Ford, todo tiene una lógica perfecta, los tiempos cuadran a la perfección, los personajes no tienen una coartada para decir que no estuvieron presentes, todo calculado con minuciosidad sin agujeros en la historia.

-Uff magnífico, Charlotte, enciende los escudos, lo que sigue es más... violento.

Charlotte se apresura con saltitos y activa una de las mesas de control, el holograma muestra una infinidad de programas que conozco a la perfección, incluso el de diseño gráfico, pero Charlotte pasa de ese y pulsa uno que tiene un emblema rojo, las paredes se tornan del mismo color lo que prosigue a un jaleo fuera de la sala, 78 focos en la pared derecha cambian a verde uno por uno y cuando lo han hecho todos un campo de fuerza se posiciona fuera de las instalaciones. Mi pulso se mantiene firme cuando presiono el botón para detonar los explosivos ubicados en toda la ciudad más cercana... Se escucha la explosión con el volumen de una fiesta mexicana en su mayor punto y la tierra afuera del campo vibra derribando árboles, la onda expansiva alcanza el campo de fuerza que lo repele con el mismo principio que la tierra repele la radiación del sol manteniendo a mi equipo a salvo.

-Qué día más productivo. - Sonríe Charlotte dando saltitos sobre sus talones en un tono que podría representar más bien un día de lavandería y trabajo de oficina bien ejecutado.

-Quedó perfecto, Charlotte. Por hoy descansemos.

La joven satisfecha sale por la puerta abandonando su eterna bata en el perchero dejando ver un atuendo desenfadado y poco prolijo. Me desplomo en la silla de rueditas que se desliza al frente del monitor, la foto sigue ahí, por más que quiero tirarla no puedo, ni siquiera bajo los efectos del soma, una droga que apacigua todos los nervios y regula los neurotransmisores que provocan emociones negativas como el miedo, el estrés, la ansiedad, entre otras tantas que los humanos deseen evadir aumentando las concentraciones de otras como la oxitocina, la dopamina y la serotonina que son las hormonas de la felicidad.

Me sumerjo de nuevo en los viejos recuerdos, antes de que decidiera llevar a la práctica todas mis ideas; los horribles días de sol durante el verano con sudor en la frente y los papeles de las carpetas de la universidad regados sobre la hierva café, las bromas sobre los profesores, era todo tan bello... posterior a eso los días en el laboratorio, el tacto siempre frío del metal en el dedo anular de mi mano derecha, la emoción cuando descubrimos por primera vez la hipnosis como método de crear sociedades... el desastre... Abro los ojos de forma abrupta, tengo la cara sobre el monitor y en el televisor veo como Irys sale de la habitación, va de puntillas como si eso evitara que la viera, ¿De verdad entrenan así a sus reclutas?

Me paso las manos por el rostro sintiéndome como la más grande mierda del mundo y con un solo deseo, poner Three Days Grace a todo volumen, me siento como un adolescente deprimido, pero no hay tiempo para eso, sé a dónde va la chica, va a buscar a Jimmy, otra idealista que cree que hablando las cosas puede desentrañar los misterios del universo, en fin humanos.

Tomo mi celular y la voy siguiendo por las instalaciones, es obvio que está perdida y ni siquiera se anima a abrir ninguna puerta, decido que la interceptaré en su siguiente giro, pero no calculé del todo donde aparecería y se termina estrellando contra mí, caigo de espaldas y desperdiga todas las cosas que traía dentro de la bata, lapiceros, seguros, tubos de ensayo, dulces... en fin, muchas cosas. Rápida y lo más dignamente posible me levanto, casi me echo a reír al ver su cara de pánico ahí sentada en el suelo.

De pronto me sorprende con una patada en el reverso de las rodillas y no puedo evitar doblarme, se levanta y se pone a correr como alma que lleva el diablo, sin inmutarme llamo a seguridad y aparecen Carlos y Alexis en la siguiente puerta para atraparla, pero la ratita de laboratorio les pasa entre las piernas sacándoles una de las armas, de pronto su rostro se ilumina en una expresión casi psicótica apuntando con el rifle a los tres.

-Si alguno de los tres malditos se mueve, le vuelo los sesos, créanme, soy muy buena con esto.

Me levanto lentamente llamando su atención, Irys quita el seguro del rifle con mano experta, está claro que no miente al respecto, mas sin embargo, el efecto del soma no es tan débil como esperaba, mi ritmo cardiaco sigue estable, no me inmuto, solo le sonrío.

-Que curiosa eres... Está bien, tú ganas, te llevaré con tu líder.

La mano de la joven se afloja un poco en el arma. Me acerco lentamente a ella que no deja de apuntarme.

-Si me llevas a cualquier otro lado, te vuelo ese valioso cerebrito tuyo ¡Entendiste!

Aparto lentamente la boquilla del rifle de mi rostro, y lo bajo, después procedo a caminar delante de ella y le hago un ademán para que me siga. Escucho sus pasos tras de mí, doy dos vueltas a la izquierda y luego una a la derecha, otras tres a la izquierda y una puerta tallada en madera con algunos detalles excéntricos se alza frente a nosotros.

-Aquí reside tu líder ahora, adelante, pasa. - Abro la puerta, pero ella no me permite hacer más que eso, así que me dirijo a la sala de control para monitorear la conversación, esta, es la prueba de fuego de mis avances en la des-liberación, en la hipnosis de reconstrucción de conciencia, si Jimmy se mantiene leal a mí, habré vencido.

Hacía rato que no sentía la sensación tan volátil en mi estómago, las manos sudorosas, pues la inquietud de verlos parados mirándose listos para enfrentarse el uno al otro alteraba la seguridad que mis cálculos predijeron en los resultados para la reestructuración del mundo...

DesliberadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora