Ambos hermanos, entraron a la mansión, con paso rápido, cada uno en sus propias cavilaciones, siendo recibidos por Alfred.
–¡Amo Damián, Amo Timothy! ¿Qué hacen por aquí a esta hora? Según lo que sé, ambos deberían estar en la escuela –cuestionó con cautela e intriga el mayordomo.
–Damián tuvo un percance en la escuela, Bruce me llamó desde su oficina para ir por él –respondió rápidamente la incógnita, sin decir más detalles.
Luego se encargaría de hablar con la familia sobre esta situación.
–¿Y puedo saber qué sucedió, jóvenes? –seguía sin resolver sus dudas, y algo en su instinto le decía que tenía que indagar más.
–Luego, Alfred –susurró, no podía decir tales razones enfrente de Damián, además, estaba seguro de que no le gustaría para nada.
El mayordomo entendió rápidamente, mandando un mensaje a toda la familia, « Buenos días. Reunión, importante. Tan pronto cómo puedan. En la mansión. » Después de enviar el comunicado, fue a preparar sus aclamadas y exquisitas galletas.
Esperaba que no fuese nada grave, o al menos, nada muy serio. Aunque, si iban a hacer una "reunión familiar" cosa que era extremadamente extraña, sería algo delicado. Pero, no podía decir con certeza el qué, lo único que sabía, es que con sus nietos siempre hay que estar preparado, para cualquier situación.
...
Después de saludar a Alfred, subió ágilmente a su habitación, sin intención alguna de conversar. Sabía que toda su "familia", se enteraría de su miserable situación, y está vez, no había nada que hacer.
Un secreto más se iba por la borda, uno de los muchos que aguardaba.
Fácilmente, podrían salir a la luz. Si tan solo alguien, le prestará un poco más de atención. Pero al parecer, eso era un pedido imposible para los que se hacían llamar familia.
Solo una persona, sabía casi todos sus secretos, o al menos se esforzaba en descubrirlos. Lamentablemente, Jon se encontraba ahora en la escuela, sin idea alguna de lo sucedido.
Así que, resignado, se tiró a la cama; como muerto. Dispuesto a dormir un rato, ya que no muy seguido se veían estás oportunidades.
Y eso iba a hacer, hasta que escuchó el tocar de su puerta. Se preguntó, ¿quién podría ser? Sinceramente, no le importaba mucho, quería dormir después de la paliza que había recibido.
Pero el toque no ceso, y eso ya lo estaba estresando en sobremanera. Entonces, se levantó sin más opción a abrir a quién fuera el fastidioso que no dejaba de joder su puerta.
Listo para insultar a cualquiera que estuviera ahí, abrió la puerta.
–¡Dami, escuché lo que pasó! ¿Cómo estás? Little D, en serio lamento no haberme dado cuenta antes –el mayor, realmente se sentía culpable.
Esto sorprendió mucho al menor, que no pudo lanzar la retahíla de insultos que tenía preparada, al ver que se trataba de su hermano mayor.
No entendía porque Grayson se sentía culpable, lo veía en su rostro. De todas maneras, no hubiera cambiado mucho sí sabía o no.
Así que, sin decir palabra alguna, dejó entrar a su hermano.
El mayor se sentó en la cama, haciéndole un gesto para que hiciera lo mismo, y así fue.
–Damián, ¿por qué no me lo dijiste antes? Cuando te ocurra algo así, o cualquier situación que te pueda afectar. Tienes que decirme, a mí, a Bruce, o cualquiera con quién te sientas seguro. Por favor, necesito que me cuentes con exactitud lo que sucedió –necesitaba saber que era lo que había ocurrido, para asímismo tomar represalias.
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¿Monstruo?
Storie d'amoreDamián Wayne, un niño que está enfrentando un mundo desconocido, vive con lo que sabe y le enseñaron toda su vida, él cree que es un monstruo, o al menos eso es lo que se le dice. Su vida gira entorno a su pasado, siempre ha sido acribillado por ést...