TYPA GIRL [HIERARCHY] | ʟ. ᴡᴏᴏᴊɪɴ

Capitulo IV

MinJi, por alguna razón, se había despertado más temprano de lo normal, aún después de no haber podido dormir en toda la noche, viendo una y otra vez aquellos mensajes, sus dudas sobre WooJin habían incrementado más, como esa persona anónima había tocado el tema de la desconfiada MinJi de hace unos años, definitivamente le había puesto los nervios de punta.

Extrañamente, un mensaje de RiAn llegó, pidiéndole que fuese a su casa, algo confundida por ello, se arregló, poniéndose su uniforme, aún cuando faltaba algunos largos minutos para ir a la escuela. Llegando a la casa de RiAn, se dirigió a la habitación de este, encontrándolo sentado en la cama.

-RiAn, buenos días — saludó con una pequeña sonrisa, dejando un beso en la frente del chico, para luego sentarse a su lado —. ¿Todo está bien? ¿Sucede algo?

-Él la beso, MinJi, la beso y ella correspondió al beso — soltó, mirándola fijamente, rodeando el cuerpo de ella para atraerla más a él y poder esconder su cara en el cuello de MinJi —. Todo eso fue frente a mí, y duele, duele más que cualquier otra cosa.

-¿Qué? Espera un momento, ¿de qué estás hablando? — MinJi correspondió al abrazo, pasando sus dedos por el cabello de RiAn, intentando calmarlo —. ¿Estás hablando de JaeI? ¿Es eso? ¿Quién la beso? Por favor, tómate tu tiempo y dímelo más despacio.

-Yo... Había enviado un mensaje a JaeI para que fuera a la habitación y hablaramos, HeRa me había ayudado a arreglar todo para el momento, como bien sabías. JaeI me confirmó nuevamente que no había manera alguna de regresar, que antes de decirme que estaba sucediendo y por qué estaba haciendo las cosas así, tendría que estar muerta — RiAn explicó, dejando salir sus lágrimas, podía llorar, claro que podía, MinJi estaba ahí para él —. Repentinamente, el becado, Kang Ha ingresó a la habitación, todo fue tan rápido, que en un instante estaba besándola, y ella al cabo de unos segundos correspondió de la misma manera.

MinJi no pudo hacer más que consolar a RiAn, no tenía ni la más mínima idea de que había sido eso, de que había impulsado a JaeI para corresponder a aquel beso, tenía el leve presentimiento de que lo que JaeI planeaba hacer era utilizar cualquier método para alejar a RiAn, y que este ya no quisiera nada con ella. Al cabo de un rato, con un RiAn ya cambiado, utilizando su uniforme, ambos decidieron bajar, viendo a todos los empleados en la entrada, todo esto con una razón, la madre de RiAn había llegado después de un tiempo, la presidenta An.

-Te esperaba el mes que viene — RiAn dijo, deteniendo los pasos de ella, esta se devolvió, acercándose a ellos con una sonrisa.

-RiAn, hijo mío. ¿Has estado bien, ambos? Mi viaje a Singapur se acortó. Vine por pocos días. ¿Qué tal la escuela? Es tu último año, bueno, el de mi querida MinJi también. Pronto estarán en la universidad — la mayor fantaseó, viéndolos con adoración, para ella, MinJi era como la hija femenina que nunca tuvo —. Crecieron muy rápido. Me da nostalgia.

-El penúltimo — corrigió RiAn con seriedad —. Me gradúo el próximo año.

-Maravilloso. ¿Tienes una universidad en mente? El Reino Unido sería lo mejor — recordando algo, la mujer miró su reloj, dándose la vuelta para irse a su oficina —. Revisemos mi agenda.

-¿De verdad, MinJi? ¿Ni siquiera es capaz de recordar algo como eso? — RiAn preguntó, frustrado, mirando a su amiga, la cual lo recibió con una sonrisa y una mirada llena de calidaz.

-No te puedes esperar más de ella, Ri — le recordó con suavidad, acomodando un poco el cabello de él —. Sabes que entre los negocios, los viajes, y todo eso, posiblemente seamos lo último que ellos tengan presente si no es para presumir.

-Eres afortunada, ¿lo sabes? Por suerte, tus padres se dieron cuenta de su error, y desde entonces han estado más presente para ti.

-Es difícil, no es nada sencillo, después de todo, la falta de atención y la soledad en casa se convierten en una rutina. Me tienes a mí, si eso te da un poco más de fuerza. Ve a hablar con tu madre, trata de decirle lo que piensas y sientes, te esperaré.

RiAn dejó un beso en la frente de MinJi, yendo a la oficina de su madre e intentar por lo menos, tener una conversación decente con ella, que por algún milagro de la vida, ella lo entendiera. Un rato después, RiAn regresó, con una expresión que demostraba la molestia, sin decir nada, agarró la mano de MinJi con delicadeza, saliendo de la casa para luego de elegir un auto subirse en este, en dirección a la escuela.

Caminando por los pasillos de la escuela, concentrada en su teléfono, MinJi disfrutaba de la soledad, aún más cuando la situación entre RiAn y JaeI era tan tensa, tanto que la estresaba de sobremanera, juntarse con HeRa no era su mejor opción, la castaña tenía sus dos amigas, y si MinJi era sincera, no eran mucho de su agrado, pensar siquiera en WooJin no era una opción, los mensajes que había recibido la tenían bastante pensativa, dudosa de todo.

La pelinegra detuvo sus pasos, esto al chocarse con un pecho, al parecer de un chico alto, el contrario para evitar que ella cayera, la sostuvo de la cintura. MinJi levantó su mirada, topándose con la mirada y la sonrisa de Kang Ha, el becado.

-Lo siento, iba concentrada en otras cosas — MinJi dijo con sinceridad, sorprendiendo a Kang Ha, MinJi no se veía del tipo de chica que pensaba en los demás, o siquiera tenía consideración por ellos.

-Está bien, el que debe disculparse soy yo, no iba concentrado en nada y aún así choqué contigo — Kang Ha notó la mirada de la pelinegra en su labio, recordando la pequeña herida que tenía allí —. Oh, esto...

Interrumpiendo el hablar del contrario, MinJi lo agarró de la mano, llevándolo a su sala privada, diferente a la que compartía con sus amigos, siempre deseaba un poco de soledad para no perder la cabeza. Llegando allí, sentó al chico en uno de los sofá, yendo por un botiquín, parándose frente a él y tomando su mentón para hacerle levantar la cara.

-Las heridas, por más pequeñas que sean, si no se tratan cuando se deben, puede infectarse y entonces será peor, ¿de acuerdo? — regañó con suavidad, concentrada en hacer todo de manera delicada para no lastimarlo.

-Gracias, MinJi... Espero no ser una molestia... Tal vez puede llegar alguno de tus amigos y yo...

La pelinegra sonrió, negando, colocando su dedo sobre los labios de Kang Ha, callandolo —. Es mi sala privada, lo que quiere decir que no pueden hacer absolutamente nada si estás aquí, Kang Ha. Además, incluso si estás a mi lado, no tiene nada de malo, no pueden hacer y decir nada. Me agradas, chico, realmente lo haces.

Mirándola fijamente, Kang Ha sonrió —. Tú también me agradas, MinJi.

Gracias por su apoyo. Por favor, lo único que quiero pedirles es que dejen su voto y/o comentario, eso me motiva a seguir, no sean lectores fantasmas... Espero que disfruten y que les guste este capítulo.