Episodio 7

21 5 1
                                    

La caída de un buen amor

—Kagome, vamos despierta —hablo el joven de ojos dorados y cabello plateado, que vestía un hermoso traje azul marino oscuro.

uhg […] ¿En dónde estoy? —abriendo los ojos por la sorpresa de ver aquel chico nuevamente —Tú […] ¿De nuevo?

—¿Que bueno que esté bien? Me asusté mucho cuando no respondía. —Declaró el joven chico de cabello plateado, que miraba a la joven Princesa de ojos azules, como zafiros.

Aun a pesar de que ella era una joven de dieseises años, tal vez cabía la idea de que habia regresado al pasado, pero no solo eran sus recuerdos frente a sus ojos si no mal recordanda ese recuerdo fue cuando su mejor amigo Sesshomaru.

Había dado su lealtad, y su honorabilidad de que siempre la protegería sin importar que. Ya que su honor como caballero y futuro gran duque de la familia Kaiser estaba en juego, si ella fuera «asesinada» por alguien o por un «enemigo» del imperio Oasta.

Kagome siguió mirando, como su recuerdo seguía andando como si aquel momento hubiera sido ayer. Miro a los dos niños jugar hasta que llegó el hermano menor del joven chico de ojos dorados; que aun era un niño pequeño de unos cuatro años menor que el.

—Nii-chan, ¿Puedo jugar contigo?

La voz del pequeño niño era muy débil ante todo lugar, Inuyasha nunca estuvo que digamos muy a pegado a su «hermano mayor» siempre que veía a su amigo con su hermano era algo diferente su relación de hermanos.

Tal vez era algo que ella nunca entendería ¿Por qué nunca tuvo hermanos mayores o menores? Siempre fue ella y sus padres, siempre que preguntaba si algún día tendría un hermano le deban largas a la conversación o simplemente le cambiaban de tema.

—Será cuando regrese Inuyasha. Respondió el joven mirando a su hermano menor.

—Pero […] papá dijo que volverás dentro de cuatro meses.

—Lo siento Pero será para otro momento Inuyasha.

—Entiendo hermano.

La joven chica que miraba con mucha atención aquella pequeña conversación, de hermanos sintió un inmensa dolor en su pecho, al ver como su amigo trataba a su hermano menor.

—¿Creo que fuiste muy cruel con Inuyasha Sesshomaru? Hablo por primera vez la niña de ojos azules.

Kagome aún seguía viendo aquel recuerdo, olvidado por su mente fluir como si hubiera sido ayer cuando vivió aquel momento. Era verdad que había olvidado que en ese momento había Sido «feliz» pero como no olvidar tu infancia feliz para cambiarla por algo «triste» y por «infelicidad» en la que ha visto por más de once años.

Mirar como antes ella sonreía de Felicidad a lado de «su amigo» era algo nuevo para ella. Ya era algo que había olvidado y que solo se guardaba en lo más profundo de su inconsciente, y ahora lo estaba recordando de nuevo.

—¿Kagome?

Pregunto el joven chico de cabello plateado y ojos dorados como el oro más brillante.

—si, sesshomaru.

—[…] Tú ¿Sabes que me iré, por unos meses del condado del duque? Y bueno yo ¿Quería saber; si tú quieres ser mi prometida?

Confesó el joven duque, que miraba a la pequeña princesa de ojos azules como el océano azul.

—Se que eres muy joven que yo pero, aun así ¿Quiero ser alguien importante para la joven princesa? Por mi honor y por mi título como el próximo gran duque; doy mi palabra que «cuidare» y «protegeré» con mi vida a la princesa Laiza kagome, seré su espada y su escudo en toda guerra ante cualquier «enemigo»  dare lo mejor de mi para protegerla. No dudare nunca de mi «juramento de lealtad»  usted será mi prioridad ante cualquier situación.

La niña de cinco años, que miraba como su amigo que había dabo su juramento de lealtad. Solamente a ella y no solo eso  había perdido su mano, para comprometerse con ella y en un futuro ser pareja, la princesa que aun veía su recuerdo sentia un vacío en su corazón
¿Dónde había quedado, ese juramento en la actualidad? El chico que había jurado protegerla y él había sido el causante de su «muerte» 

Poco a poco el recuerdo de su mente, desaparecía lentamente de su vista dejando un unmeso abismo de oscuridad en su lugar. Todo lo colorido de su recuerdo había desaparecido frente de sus ojos azules, dejado en su pecho una inmensa pesades que la asfixiaba poco a poco era como si el aire comenzará a salir de sus pulmones.

¿Por qué le pasaba esto ella ahora? ¿Por qué se sentía como si estuviera muriendo lentamente? En aquel lugar oscuro, ¿Por qué no había para ella, un poco de justicia? Mientras que a las personas que le habían hecho mucho daño, seguían si recibir sus castigo.

Había tantas preguntas y tantos reproches en su corazón, para la vida cruel e injusta que le había tocado vivir a ella desde que era pequeña.

El Corazón de la Emperatriz Desea VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora