Amazon's Coliseum III (SPAN)

Capítulo 1: Moenia

"En el mundo la gente ha demostrado que el ser humano es bueno hasta donde su corazón se lo permita y tan malvado hasta donde su estómago lo tolere. Donde quiera que esté el conflicto entre cuál de los dos males es el menos peor, el ganador es el que escribe la historia y se transforma en el bueno.

El hombre quiere salir vencedor y para vencer, ¿pero cómo se hace eso? La historia nos demuestra que se logra con el poder. ¿Cómo se logra el poder? Muchos creían que el dinero te lo daba... el problema es que puedes tener todo el dinero del mundo, pero si incomodas el dinero de los demás, por más o menos que tengan, te condenas; a veces una idea fuerte te da poder, pero a veces esa idea se vuelve obsoleta, y tu poder se va en picada cual Ícaro que quiso subir hacia el Sol. A veces tener muchas sociedades te da poder, pero no siempre puedes tener a todos contentos; bien dicen por ahí: el que es amigo de todos no es amigo de nadie. A veces se hace algo de trampa, y traicionas para tener ese poder; elucubras, y conspiras para llegar hacia ahí, pero si le muerdes el trasero a la persona equivocada, estás muerto; ¡Y, oh! ¡Desearás que esa muerte sea rápida!

Es un juego complicado, en el que todos tenemos que adaptarnos a la manera de jugar de los demás; las reglas cambian, pero este dejó de ser... no, nunca fue un juego de buenos contra malos. Los intereses tienen voz y voto, y los intereses son egoístas. Parece que nada cambiará y tenemos que encogernos de hombros y decir "Bueno, mierda". A menos, claro, que venga un loco de algún lugar a querer cambiar el Status Quo... así como quiso hacerlo Lucifer. Aunque claro, Lucifer cayó como relámpago desde los cielos. ¿Dónde puede triunfar alguien en donde Lucifer falló?

La Ciudad, la cual parece que está siempre protegida por un Manto Estelar, es un Microcosmos del mundo, y es por eso que ahora parece que todos están tentados por su manzana de la Discordia; pero, al final, es la Ciudad, la viva representación del Status Quo Mundial, la que termina ganando. La Ciudad nunca pierde; y si lo hace, al último arrebata.

Pero pasa algo interesante, algo que jamás vi en todo el tiempo que llevo aquí: veo a chicas, algunas de pasado tormentoso, otras parte del Status Quo, otras con un pasado nada extraordinario, con diferentes motivaciones, desde las más profundas hasta las más mundanas. Las he visto tratando de desafiar a este gigante de acero, neón y electricidad, tratando de mantener su dignidad y humanidad. Unas han fracasado y han perdido, otras siguen luchando; de esas, unas sufren, otras no volverán a ser las mismas... pero siguen luchando. Irónicamente, su lucha se manifiesta mientras, entre ellas, se desafían en un Coliseo que entretiene a todas esas almas pérfidas que son parte de la Ciudad, que son parte del Status Quo. A pesar de todo, ellas se resisten a caer. ¿Será que cuando pelean la una con la otra sienten que están peleando contra la Ciudad?

Tal vez, solo tal vez, ellas puedan ser esa unidad que desafíe a la Ciudad; eso dependerá de ellas, porque ahora Intra Moenia se abrirán los infiernos, y lo peor de la humanidad está por verse. Eso sí, los infiernos se pueden abrir, y grandes duques del infierno pueden presentarse, pero contra aquel que se atreva a tocarlas, "Monstruo Eldrichtiano" es el único término que se acercará a la bestia que les desataré."

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La Ciudad

Como siempre, la Ciudad rugía ferozmente; no obstante, hay algo diferente: a pesar del ruido de los autos, los clubes nocturnos, los centros comerciales, restaurantes, y demás lugares de placer y ocio, entre voces se hablaba de los eventos ocurridos en los últimos días. La "Santidad" de la Ciudad había sido violada con reportes de policías entrando a bares y clubes, balaceras, gente apareciendo muerta y desmembrada; la Intra Moenia había sido penetrada por un extraño enemigo... eso, o tal vez el enemigo siempre estuvo dentro, pero ahora decidió embarcarse en una guerra civil. A pesar de esta turbulencia, parece que, por ahora, la tranquilidad volvió... aunque luce más como una calma antes de la tormenta; eso, o tal vez los chacales intentaron adueñarse de la sabana, pensando que los leones se irían; para su frustración, más leonas arribaron. Ahora les toca aguardar, pero no claudicarán.