Capítulo 9: No Doubt

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Barrios del sur del Área Metropolitana.

Marissa bajaba de un taxi de aplicación, arribando a los barrios ubicados en unos lomeríos, los cuales solo los separa una gran avenida de La Ciudad.

-Hasta aquí puedo llegar, señorita, los autos no llegan hasta allá –el chofer señaló el callejón frente a ellos, al cual ya no se podía acceder con coche debido a que eran unas escaleras empinadas cuesta arriba; a los costados habían varios viviendas-. ¿Está segura de que quiere que la deje aquí? Ya es de noche y este barrio es bravo.

-Sí, no se preocupe. Me están esperando.

-Está bien –el hombre traga un poco de saliva-. Con cuidado.

-Sí, muchas gracias.

El auto se va casi cuando pudo. Marissa observó las escaleras hacia arriba. Estaría mintiendo si dijera que no tenía miedo.

-Osh... le llamé a la estúpida de Carla y no me contesta. ¿Ya qué? No tengo otra opción más que subir, sacar mi teléfono aquí no es seguro.

Tras prepararse psicológicamente y suspirar, la joven procedió a subir ese callejón escalonado.

Como era de esperarse, se encontraría en su camino con los habitantes de esos barrios. Marissa destacaba tanto su forma de vestir, que revelaba que venía de un lugar acomodado, y por una enorme maleta de ruedas que llevaba en la mano. Los locales sabían que ella no era de ahí. Unos metros adelante, le cubrieron el paso un grupo de jóvenes, tanto hombres y mujeres.

-¿Qué onda? ¿Qué se te perdió acá o qué? –Quien preguntó fue una mujer-.

-Y-yo... nada, solo vengo a...

-A ver ese pedo –señala uno la maleta-.

-¡No te lo voy a dar!

-¡Ah! ¿Andamos bravas?

-Vine a buscar a Carla.

-¿Tú quieres a Carla?

Todos ríen; Marissa no había captado el albur, hasta que supo que eso sonaba a "Tu quieres sacarla".

-Carla. ¿No la conocen?

-Nombre, andas bien perdida morra.

-Trae pa' acá.

-¡No! ¡Quiten sus manos de mi maleta!

Uno de los maleantes respondería sacando una navaja.

-Usted tranqui, morra. No la ande cagando.

-¡Hey! –Alan subió corriendo las escaleras-. ¡Cálmenla, no mamen!

-¡Ah, chinga, chinga! ¿Qué pedo, Chamito? ¿Te gustó la fresita?

-¡Es camarada de la Blazer!

-¡Ah, chinga! ¿De la Blazer?

-¡Lo hubieses dicho antes, morra!

-¡Se los dije!

-Yo ni me acordaba que se llamaba Carla. ¿Qué pedo, Chamo? ¿Es tu morrita?

-¡Que no, pendejos!

-Si no la quieres, pos presenta.

-Pregúntale a la Blazer, y aguas porque si le haces algo, te avienta a su carnal.

-¡Eh, neh! Yo no quiero pedos con Yayo.

-¡Culoooo! –Gritaba una de las chicas a uno de los pandilleros-.

-Bueno, deja me la llevo.

-¡Uuuuuuy! ¡Chamito se consiguió una güerita!

-¡Seas envidiosa, Britney!

Amazon's Coliseum III (SPAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora