Capítulo 16: MGTM

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Minsk, Bielorrusia.

-El evento fue todo un éxito, a mis socios les encantaron tus chicas. Y Dragana... ¡Dios Santo! Es una puta máquina. Claro, no quiero que se entienda que estoy subestimando a She-Wolf, pero me encanta la brutalidad con la que pelea ella. Me recuerda a ti bastante.

-Es un halago ver que te gustaron mis chicas, y estoy de acuerdo con lo de Dragana. Aunque a mí me recuerda más a otra persona.

-¿A su padre?

-Así es, aunque creo que será mejor... si es que no lo es ya.

Eso último lo respondió Chocolate a Eilonwy, quienes bebían vino en el salón privado de la última mencionada.

-Que, por cierto. ¿Ella ya sabe...?

-¿Que si lo sabe? Es la razón por la cual entró al torneo: para tener una oportunidad para vengarse.

-¡Uy! Es algo que no me quiero perder. ¿Quién sabe? Puede que, en una de esas, sí logre vencerte. No obstante, creo que tienes otras personas de quienes preocuparte conforme a "retos".

-Debería, pero no lo hago.

-A veces la suerte se nos acaba, amiga mía.

-No es cuestión de suerte; es destino. Pero si ya vamos a esas, no serán esas personas que crees las que acabarán con mi suerte.

-Si tú lo dices –le da un sorbo a su vino la mujer británica-. Vaya, es una lástima que no haya podido despedirme de tus chicas.

-Están un poco... cansadas, por así decirlo. Prefirieron irse al apartamento. Parece que mañana estarán algo ocupadas, así que necesitan descansar.

En efecto la noche fue... rara, por así decirlo. Después de que Aurora y Dragana fueran a revisarse sus heridas, las cuales no fueron de consideración (solo necesitaron unos cuidados), procedieron a irse al apartamento. Chocolate le ordenó expresamente a su chofer Demetradze que si una de ellas insistía en irse en un coche separado, que les dijera que se regresarían solas y con su propio dinero de regreso a la Ciudad; afortunadamente no hizo falta, pero el silencio en la limosina era extremadamente sepulcral. Una vez que llegaron las dos al domicilio, se marcharon a hacer lo suyo y a dormir, sin más.

...

Llegó el día siguiente; las dos chicas se despertaron, se dirigieron a la sala y se toparon con Chocolate, bebiendo café.

-Hola, chicas. Perdón por ser tan abrupta, pero nos iremos a Tiflis.

-E-espera... ¿qué? –Decía Aurora, aún adormilada y confundida-.

-¿Qué significa esto?

-Ya les había dicho; ahí solamente iré por negocios, pero ustedes pueden hacer lo que les plazca. Ahí les tengo preparado un gimnasio para que luchen.

-Lo había olvidado por un momento –Dragana dice-.

-Bien, desayunen; luego dúchense y preparen sus maletas para nuestro viaje.

-Eso fue abrupto... ¿no lo crees?

Dragana se va sin decirle nada.

-¡Oye! ¿Vas a seguir siendo así de grosera conmigo? ¡Urgh! ¡Chocolate!

-No soy su mamá, ustedes ya están grandes para arreglar sus problemas –Dice con una tonada un tanto despreocupada, pero sin ganas de aguantar niñerías-.

-Si, pero... ¡Agh!

Aurora se retira después de ese berrinche, dejando a Chocolate a solas.

-¡Ah, la juventud!

Amazon's Coliseum III (SPAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora