Cap. 1
Narra Conway
Era un día normal, cómo los de siempre, osea uno de mierda.
Me encontraba de servicio en un callejón con salida al lado de comisaría.
Este estaba lleno de tiendas con cosas horribles y comida asquerosa y llena de gente de mierda que, probablemente, sean unos putos drogadictos, o unos camellos, ya que estamos. Odiaba esos sitios.
Que por qué estaba allí? Fácil, hace ya varios días, no paraban de llegar avisos de que había un hijo de puta robando en aquellos lugares frecuentemente, y, en exceso.
Llevaba más de 1 hora por aquellos lugares sin rastro u aviso alguno de robos.
Tampoco nadie tiene una descripción física del sujeto, solo que es un hombre joven de no más de 23 años y que va encapuchado de negro, pero así había de muchos.
Cuando me estaba por dar por vencido e irme, una alerta del mismo tipo salió a unos pocos metros de mi posición, esta vez, tenía un poco más de información del hombre; rubio, ojos azules, heridas y cicatrices y de baja estatura.
Bien, de puta madre.
Me dirigí a la zona del aviso con rapidez, sin ver a nadie con aquel aspecto.
De repente, mi vista se dirigió a un puesto de pan, y, ahí estaba, un tipo encapuchado de negro cogiendo, sin ser visto, una barra de pan del puesto, sin pagar, por supuesto. Se la escondió en el interior de su chaqueta.
Me apresuré en dirigirme a él corriendo cuando comenzó, de nuevo, su ruta de escape; los callejones.
-EH! Tú, ven aquí capullo!- le grité mientras me acercaba-
El chico se sobresaltó, al verme, comenzó a escabullirse por los callejones. Le perseguía de cerca, pero era bastante ágil y escurridizo, la verdad.
-Ven aquí, cabrón!- grité enfadado acelerando la carrera-
El chico, de un momento a otro, desapareció en un callejón sin salida. Frustrado, le pegué un puñetazo a la pared.
-Mierda!- solté enfadado- Que hijo de puta...!- le insulté pasándome una mano por el pelo-
Me fuí a revisar, por si acaso, otros callejones cercanos. Lo cual, tuvo éxito, vaya que si lo tuvo.
En un callejón ancho se hallaban dos sujetos, el mismo encapuchado caminando y otro, con una cresta roja, sentado acariciando un gato.
Tras ellos, había unas cajas amontonadas en forma de casa y una cama vieja para gato y un comedero a su lado.
Me escondí detrás de unas cajas, apoyado con la mano en estas, y unas botellas encima de estas, y miré a aquellos chicos.
El encapuchado se quitó la capucha al estar cerca del otro, dejando ver su preciosa melena rubia y algunas cicatrices en su cuello.
Se acercó al de cresta y le extendió la barra de pan junto una de fuet y chucherías, este las cogió feliz. Se sentó al lado de él e intentó encender una fogata, con éxito, con un mechero. Sacó comida de gato y se la puso en aquel comedero, el animal engulló gustoso, al igual que el de cresta lo entregado por el rubio.
El rubio solo se quedó cerca de la fogata acariciando el pelo del de cresta.
Decidí que era mejor dejarlos. Así que, me intenté levantar de mi lugar pero, al hacerlo, las cajas cayeron junto a las botellas, las cuales se rompieron al instante. Caí de rodillas en los cristales clavándomelos por todas las piernas.
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Another time?⚠︎(No es Gustacio)⚠︎
FanfictionUnos hermanos que vivían en las calles de Los Santos. Se mudaron allí para comenzar de nuevo, en otra ciudad, así que, no tenían nada. O eso creía el de cresta. Lo que no sabía, era que, su hermano, Gustabo, escondía cosas sobre lo que hizo en un pa...