―RyuJin mírame. Mírame como estoy, por favor.
La chica rodó sus ojos en un pesado suspiro, volteando hacia la izquierda para ver a su primo. Mientras ella estaba tendida cómodamente en el sofá de la sala, JungSu se encontraba de rodillas con sus manos entrelazadas, suplicando por una única oportunidad. La cercanía que mantenía era asfixiante, podía jurar que sentía su asqueroso aliento golpear su rostro y eso la enfermaba.
Si no aceptaba, no podría librarse de él.
Y en un día tan precioso como aquel, donde el sol de la tarde era tan cálido para ir al centro y pasear por la plaza central, no podía permitir que fuese su primo quien nuevamente arruinara sus planes al no permitirle marcharse.
Soltó un pesado suspiro y se enderezó, enfrentando al rubio que veía aquello como una chance.
―Si lo hago, ¿me dejarás en paz?
JungSu dio un brinco en cuanto escuchó aquello. La alegría con la cual la abrazó fue un caos que la hacía moverse con la misma brusquedad al girar por los aires en los brazos ajenos. Su mano golpeaba con fuerza al contrario para ser liberada, pero JungSu estaba tan emocionado que simplemente no era conciente de la golpiza.
―¡Ya sueltame! ¡O le diré a mi tía que sigues con esto!
Esas palabras bastaron para que liberara a la pobre chica, ya mareada y con varios mechones desordenados de su cabello, lo que la hizo molestarse aún más y volver a golpearlo, sonriendo ante el quejido escuchado.
Cuando ambos estuvieron más tranquilos y el mareo había desaparecido, RyuJin volvió a recostarse en el sofá, queriendo ignorar la enorme y molesta sonrisa que le dedicaba su primo.
Realmente resultaba aterradora la forma en la que parecía acechar con esa mirada tan intensa. Hasta la hacía sentir incómoda.
―¿Qué?
―¿Cómo qué? ¡Tenemos mucho que hacer!
"Maldita sea", pensó mientras escuchaba a JungSu comenzar a hablar sobre esa estúpida aplicación que había encontrado hace días.
Era una mala idea. Una pésima idea. No quería que sus fotos e información estuviera en esa clase de páginas, demás sabía las malas experiencias que muchos habían tenido en Tinder, Badoo o aplicaciones de citas así. Y si era sincera, sentía miedo. Era consciente de la cantidad de pervertidos que podían frecuentar esos lugares, aprovechando la mínima oportunidad para aparecer y tomarte desprevenido. Tener sus fotos y sus contactos en esa aplicación sería como ponerse un cartel en la frente que diga "secuestrame, por favor".
O peor aún... ¡¿Y si sus amigos encontraban su perfil?!
No, no, no. No podía permitirlo. No quería ni siquiera pensar en eso. Porque sabía que muchos en su instituto tenían esas aplicaciones y ella no podía perder su imagen de chica a la cual no le interesaba conseguir pareja. No porque esto fuera algo malo, si no porque ya había sacado demasiado veneno al criticarlos por hacer eso como para, ahora, resultar ser una doble cara que se come sus propias palabras.
ESTÁS LEYENDO
𝗟𝗼𝘃𝗨 𝗔𝗽𝗽 - [ɢᴀᴏɴ x ᴊᴜɴɢsᴜ]
Aléatoire𝗞𝗶𝗺 𝗝𝘂𝗻𝗴𝗦𝘂 es un romántico y enamoradizo de la vida que insiste en que su prima, 𝗦𝗵𝗶𝗻 𝗥𝘆𝘂𝗝𝗶𝗻, debería conseguir novio o de lo contrario pasaría toda su vida sola. Ella se niega a la idea pero, ante su insistencia, decide aceptar y...