Perras Encubiertas | Encubiertos #1

Capítulo 3

Los tres chicos se quedaron debatiendo el asunto por un rato, intentando convencer a Verónica que era la única opción de acción por los momentos, ya que se encontraban a ciegas sobre esta persona o personas que había atacado al clan.

Era más que entendible la reacción en desacuerdo de la líder principal, pues el historial con esta chica era bastante complicado, el Clan Moore había sido culpable de robos anteriores, atentados y secuestros hacia las familias líderes del Clan Casher, teniendo como motor el obtener el poder absoluto de la mafia estadounidense.

Los Moore y Los Casher también tenían rivalidad directa en el ámbito de los negocios, sus empresas competían por ser las más prósperas del país pero a diferencia de sus empresas, en el bajo mundo las cosas no le han salido ni la mitad de bien a los Moore.

Hacía unos años que ambos clanes llevaban una tregua, debido a un acontecimiento en el cuál Sasha dió información de importancia a la familia Casher, por lo que la bandera de la paz se había alzado entre ellos.

Al menos hasta ahora.

Con un poco más de insistencia y apoyo de la madre de Adrew, Verónica aceptó hablar con su padre para coordinar una reunión con Dylan Moore, padre de Sasha y líder del clan.

Con eso ya organizado, Ashley Ferragni siguió con sus labores hasta que era momento de irse, se despidió de los pocos que quedaban en los almacenes y se adentro en su Ferrari 812 GTS color uva para dirigirse a su casa.

Al llegar, Ashley se encuentra con sus padres Alonso y Olivia sentados en la sala de estar, en la espera de que la cena estuviera lista; Ashley los saluda con un gesto y sube a su habitación a cambiarse, colocándose un pijama color verde manzana que constaba de un short y camisa de tirantes.

—¿¡Elizabeth!? ¿¡Ya llegaste!? – Pregunta Evie en un grito desde su habitación, Ashley da una respuesta afirmativa ignorando que fue llamada por su segundo nombre, no tarda en ver a su hermana entrar estrepitosamente por la puerta. – Joder, que parecía que ibas a dormír en los almacenes.

—Veo que ya se te quitó la resaca, ¿No, Mary? – Bromeó en respuesta mientras se retiraba el maquillaje, por unos segundos repasó a su hermana quién traía un pijama del mismo color que el suyo, solo que este era de pantalón. – Como se nota que estuve estresada.

—¿A quién le importa eso? No voy un día a trabajar y pasa de todo, ¿Cómo es eso que hay reunión con los Moore? – Preguntó Evie con desconcierto. – Hasta Mack se arrepintió de ir a ayudar en la venta de pasteles de Odette.

—Primero, ¿Cómo se enteraron?

—Media hora antes que llegarás estaba con papá revisando la lista de deudores, Leonardo lo llamó y puso el altavoz. – Explica Evie brevemente tomando asiento en la cama. – De ahí le pregunté a Mack si sabía algo.

—Bueno, una cosa menos que explicar pero sí, por lo poco que entendí Verónica debe estar presente si o si por ser la heredera principal. – Ashley hace una mueca de desagrado, luego revisa la hora en su reloj. – Vamos a comer, nos deben estar esperando.

Las mellizas bajaron a la planta baja y se dirigieron al comedor dónde ya se encontraba servida la cena, siendo ésta una lasaña que olía de las mil maravillas.

La familia Ferragni era de orígenes italianos, Alonso se mudó desde joven a Estados Unidos para prosperar en el negocio, conociendo a Olivia en el proceso. Al quedar en embarazo decidieron pasar los últimos meses en Italia y así sus hijas nacerian en la misma tierra que su padre, a pesar de ya no estar más allá, intentan mantener sus raíces a través de costumbres y gastronomía.

—Amore, esto está delicioso, como siempre cocinando exquisiteces. – Halago Alonzo a su esposa luego de un rato de empezar a comer, Olivia le regaló una hermosa sonrisa.