Yo soy Boruto

Mate

El humo del lugar lo hacía toser con fuerza y mientras esperaba que todos estén bien, el pequeño rubio se quitó algunos escombros que tenía en su ropa, su cara llena de polvo  y raspones se podía apenas ver por el humo, aún débil por los golpes en su cuerpo, se paró desidido y entre la bruma de la cortina gris, empezó a buscar señales de alguien, cualquiera de sus acompañantes para verificar que estén bien ahora solo eso importa nada más que eso.

                   24 hora antes

Los nervios se iban a llevar su cordura mientras compulsivamente miraba a todos los lados con preocupación a solo un día del ritual no veía a esa pequeña basurita por ningún lado, no se lo topo, ni cruzo, mientras que lo único que pudo sacarle a la mocosa de su hija es que el estaba en una misión y eso no podía ser posible, Naruto prácticamente estaba obligado a estar cerca de su hijo por lo que en este tiempo siempre estaba en la aldea, y ella sabía la razón, al igual que Sasuke volvía en esta época, es por qué ambos sentían en peligro a su hijo, de esa aberración creada por algo enfermo y sin bases.

Al menos para ella no tenía ninguna  base, para hacer sonreír como lo hacía con ella, y si a Sasuke no lo  hacía feliz, ella le ocultaria la verdad hasta el final.

Por qué ella sabía la verdad, que Sasuke, su amado Sasuke, no quería a Naruto, el la ama a ella.

Solo y únicamente a ella.

Esos eran los pensamientos enfermizos de una mirada perdida en un mundo que no tenía lugar en la realidad, con ojos que veían con un brillo preocupante de un amor que en realidad nunca sería correspondido, ella sabía muy bien la verdad, o la realidad es que ella sabía que su verdad estaba muy lejos de lo real pero eso es algo que ya no se podía cambiar, es algo que ya era inevitable, al descubrir que el Hokague y Sasuke no estaban en la aldea, ella empezó a realizar un plan, por qué ella no era tonta, ella sabía que estaban juntos y antes de que todo pase, se acercó con una mirada decida pero escalofriante a la torre para averiguar la verdad.

Lejos de la locura de un amor enfermo, y egoísta, l escena era otra completamente distinta.

Llendo y calando fondo en lo más cálido de los sentidos se iba despertando un niño rubio rodeado de calidez y amor.

Por primera vez desde su nacimiento estaba rodeado del amor de su familia, y eso le provoco  una sonrisa, apesar de lo cómodo que estaba, moría de hambre y sabía que sus padres estuvieron en vela cuidando lo para que nada malo le pasara, fue entonces que con cuidado salió de sus brazos y camino a la cosina del lugar, mientras que la pareja se volvía a acomodar de manera inconsciente, a una cómoda posición, con el rubio mayor en el pecho de la sombra que protege no solo a la aldea de la hoja si no también a su Hokague .

Boruto estaba caminando tranquilo por los pasillos cuando se encontró con Mitsuki, y le sonrió a este de forma radiante, estaba tan feliz, y sin evitar sus impulsos fue a abrazar a su amigo.

-tenias razón - aún en medio del abrazo que rápido fue correspondido por el albino no dejo de sonar complacido de estar a su lado, ahora y antes de que todo pasara como ya todos sabemos que pasó

- te dije que todo estaría mejor si hablabas con tu padre, mi sol -el rubio sonrió y se limito a refugiarse en los brazos de su mejor amigo.

-lo se, te debo una comida así que ¿que quieres comer Mitsu ? - le hablo riendo de una forma hasta tierna, mientras que a nuestra pequeña luna le daba un ataque de ternura demostrado en el suave color rosa de sus mejillas

- he .... Si vamos Boru - juntos y aún con sus brazos alrededor de Boruto ambos fueron a la cosina, estaba feliz comería la rica comida de su rubio...de Boruto, tenía que quitar esos pensamientos lo más rápido posible.