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Cuando Izuku llego a su casa, saludo a su madre que se encontraba en la cocina y se fue de inmediato mediato a su habitación, lo que se le hizo sumamente raro a Inko, ya que siempre que llegaba se sentaba con ella a platicar sobre su semana. Entonces se preocupó.

Apagó la estufa y fue a la habitación de su hijo, tocó la puerta y no hubo respuesta, entonces, tomó el pomo de la puerta y lo giro, empujando un poco para poder abrir. Realmente nunca le gustó mucho invadir excesivamente la privacidad de Izuku, pero no quiere ver que llega triste de la escuela como en secundaria.

-¿Hijo? ¿Estas bien, Izuku?- pregunta mienta se asoma al cuarto con timidez, mirando al muchacho frente al espejo.

-Mamá ¿crees que se mira bien? Tal vez necesito cortarlo. Oh cierto ¿podrías ayudarme a escoger una playera?- el pecoso parecía demaciado nervioso, había una sonrisilla que era imposible de borrar y ocultar.

Inko sonrió enternecida cuando su hijo le mostró sus opciones de playera, una era blanca con la palabra "camisa" y la otra tenía un diseño del traje de All Might.

-Cariño ¿tienes una cita?- preguntó mientras se acercaba al closet de la habitación.

-Yo... amh... no sé si contatia como una cita, más bien yo diría... una reunión ¡si, eso! Es una reunión- dice nervioso, totalmente rojo de sus mejillas.

Inko no dijo nada y sonrió con ternura, luego le entregó una camisa negra de manga corta y corte v.

-Suerte entonces cariño. No olvides ponerte desodorante y perfume. Holer bien siempre es primordial.

Dicho esto, Inko dejó que su hijo se siguiera preparando para su "reunión". Por su parte, el menor suspiró aún sintiendo vibrar su pecho, su corazón no dejaba de latir emocionado, entonces buscó en su mochila aquella cartita que venía firmada por Katsuki y la volvió a abrazar. Se sentía realmente feliz.


[•••]


-¡Katsuki, ven a comer! ¿Que tanto estas haciendo?- gritó la rubia en cuanto entro a la habitación de su hijo sin siquiera tocar la puerta.

-¡Nada!- exclama el rubio menor, alborotandose de nuevo el cabello.

-¿Estabas... peinandote?- cuestiona burlona la mujer, mientras se cruza de brazos.

-¡No¡ ahora déjame tranquilo

-Oh cariño ¿vas a una cita?- preguntó la mujer con una gran sonrisa en su rostro, pues el carácter de su hijo no lo dejaba interactiar correctamente con las personas.

-¡Claro qur no!

-Me lo imaginaba- comenta desepcionada -después de todo ninguna chica soportaría tus gritos- la mayor molesto a Katsuki y esta vez quedó en silencio tras la broma pesada de su madre, entonces la rubia sabía que se había pasado, así que tomó asiento junto a su hijo en la cama.

-Tú... ¿tú crees que alguien realmente llegue a gustar de mi?- la pregunta tomó por sorpresa a Mitsuki, después de todo, conocía a su hijo y sabía qur no es del tipo que pregunta esas vutvilerias y si lo estaba haciendo es por que realmente se siente inseguro con el tema, cosa que muy pocas veces a visto.

-Claro que si Katsuki, tu persona ideal te amara con todo y defectos, incluso ayudara con ellos.

Katsuki quedo mirando al suelo con un rostro neutro, su semblante calmo era poco común, menos en compañía de su madre, ya que su carácter chocaba constantemente y un tornado arrasaba la casa cuando esto pasaba, a lo que Masaru, el padre de Katsuki siempre acudía para clamar la situación.

-¿En serio?- volvió a cuestionar.

-¿Tú padre y yo no somos suficiente ejemplo?

Entonces el Bakugo menor sonrió ya más tranquilo y eso alegro a la mujer, quien revolvió el pelo de su hijo para dar ánimo y se levantó de su asiento, encaminados a la puerta.

-Ma... tú...- las palabras que quería usar no salían de su boca, preguntar aquello le ponía nervioso, pero tenía que hacerlo. Su madre se había detenido junto antes de salir de la habitación y lo miraba con duda -¿que pensarías si yo llegara a salir con alguien que no sea una chica?

Sus puños se cerraban con fuerza y su mirada no era capaz de mirar a su madre, su corazón parecía querer salirse de su pecho y entonces, algo cálido lo envolvió. Su madre lo abrazaba con tanto cariño, se sentía de nuevo como un niño pequeño.

-Oh Katsuki, eres mi hijo. Te amaré, no importa lo que elijas o a quien elijas- confieza, lo que provoca que Katsuki devuelva el abrazo apretando el cuerpo más pequeño de su madre -ahora, termina de preparar y después baja a comer que se enfría.

Indica y da un apretón a una de las mejillas dek Bakugo menor, saliendo y dejándolo solo en la habitación, se sentía con más confianza, sentía qur nada en el mundo podría salir mal.


[•••]


¿Estar ahí veinte minutos antes de la hora acordada lo hacía ver como alguien desesperado? Probablemente, pero estaba nervioso y en su casa solo se la pasaba dando vueltas por su habitación, así que pensó que caminar y tomar aire fresco lo calamares mientras Kacchan llegaba.

Por su parte, Katsuki no estaba mejor, había llegado diez minutos antes, así que estaban en las mismas.

A lo lejos miró al peliverde sentado en una de las bancas, la brisa del atardecer movía su cabello de una manera tan suave y los pétalos de cereso revoloteaban a su alrededor, cayendo uno que otro en su cabeza y dándole aspecto tierno.

Entonces se acercó y el sonido de sus pasos llamó la atención del pecoso, quien se puso de pie y volteó a verlo, sonriéndome calidamente.

-Escucha, Shindo-

-No importa, lo se. No quiero hablar de shindo ahora- Izuku interrumpió, poniendo si índice sobre los labios de Kacchan.

-Yo... lo siento. La manera en la que me comporte en secundaria fue un asco...- tomó una pequeña pausa, respiro y apretó sus puños en busca de valor -es que... Maldición, no sabía como lidiar con mis emociones, tenerte cerca me hacía sentir extraño y creí que si te alejaba eso que sentía también se iría... creo que me equivoque. Perdóname

-Oh Kacchan- las manos de Izuku tomaron el rostro de Katsuki en una suave caricia, sosteniendolo con amor -yo te perdone desde hace mucho. Yo también te quiero- confieza y lanimpulsividad de Katsuki le obligo a envolver al pecoso en un abrazo en el que apretó el cuerpo más pequeño, con miedo de que fuera un sueño.

Ambos se quedaron quietos, aspirando el olor del otro y sintiendo como el latido de sus corazones se sincronizaba, entonces Katsuki separó u poco sus cuerpos para poder tomar el rostro de Izuku y acariciar una de sus mejillas, lo que lo hizo sonrojar por completo. Katsuki sonrió ante lo tierno que se miraba.

-¿Puedo besarte?

-No tienes que preguntarlo, tonto- dice, acortando la distancia y por fin chocando sus labios con los del otro, un beso tierno y ansiado desde hace mucho.

Ahora pueden vivir el amor que estaba destinado a ser de ellos. A pesar de tener defectos y errores, ambos prometieron bajo aquel árbol de cerezos que pondrían todo lo que estuviera a su alcance para mantener de pie su amor hasta que la muerte los separe.



Fin.

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Holaaaaa
Al fin la terminé 🥰 espero que les haya gustado este mini fic, no quería tanto drama, para eso están mis otros fics xD

Gracias a los que siguieron hasta el final ❤️ nos leemos en otra historia.

Kira, fuera

Cartas Para Un NerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora